Cada día causa indignación los militares y policías envueltos en feminicidios. Siempre con el motivo de los celos pasionales contra las mujeres.
Los agentes de la Policía y de los cuerpos armados apelan a sus armas de reglamento para cercenar la vida de sus parejas, lo que invita a que haya una mayor vigilancia y supervisión de este personal, desde el mismo momento del reclutamiento y durante su desempeño.