L as emociones son reacciones psicofisiológicas que ocurren de forma espontánea, son intensas y de breve duración. Los estudiosos de las emociones hablan de emociones primarias o básicas y de secundarias o complejas. Las primarias son universales, todos los seres humanos las presentan y están integradas al ADN.
Las secundarias son aprendidas, culturales y no son compartidas por todos. Se les llaman complejas porque están compuestas por la suma de dos o más de las primarias.
Al nacer solo se distingue el placer o displacer ya que el sistema emocional no está maduro. A medida el recién nacido va creciendo, este sistema emocional va madurando y desarrollándose y van apareciendo las emociones primarias.
El RN siente placer cuando es cuidado, acariciado y está limpio. Displacer, cuando está mojado, desatendido, tiene hambre, frío, calor, o no siente el amor materno o paterno.
Según Piaget, psicólogo, biólogo y epistemólogo suizo, fallecido el siglo pasado, reconocido por sus aportes al estudio de la infancia con sus teorías del aprendizaje y el desarrollo de la Inteligencia, las emociones son alrededor de 400.
Estudiosos más modernos hablan de 6 o 7 emociones primarias principales: ira, alegría, tristeza, miedo, asco o aversión, sorpresa. Secundarias: culpa, vergüenza, orgullo, entusiasmo, complacencia, satisfacción, celos momentáneos, entre otras.
Los niños sienten las mismas emociones que los adultos, solo que al estar desarrollando su proceso de pensamiento y su lenguaje, no están en capacidad de expresarse y lo hacen con su cuerpo, patalean, golpean, lloran, se encelan, tiran objetos. Los ayudamos cuando los enseñamos a identificarlas y gestionarlas (próxima columna).