Por: Jenniffer Núñez
SANTO DOMINGO.– «El 80% de la mortalidad materna se pudo haber evitado si la consulta prenatal, el preparto, parto; y las primeras horas del postparto se realizarán de acuerdo con los protocolos establecidos”, indicó la doctora Rosa Elcarte, representante de UNICEF.
Elcarte habló al participar en un encuentro del Servicio Nacional de Salud (SNS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) con los nueve directores de los Servicios Regionales de Salud (SRS), y con los directores de los 24 hospitales públicos, donde nacen aproximadamente el 80% de los bebés o recién nacidos que son atendidos en el sistema público de salud del país.
Este encuentro estuvo presidido por el doctor Mario Lama, director ejecutivo del Servicio Nacional de Salud (SNS), quien resaltó la importancia de aunar todos los esfuerzos posibles para reducir la razón de muerte materna y la tasa de mortalidad infantil.
El galeno, se hizo acompañar de los doctores: Martín Ortiz, director Materno Infantil y Adolescente del SNS, del viceministro de Garantía de Calidad, José Antonio Matos y de Eladio Pérez, viceministro de Salud Colectiva.
“Estamos comprometidos en promover un cambio positivo y radical en la entrega de servicios de salud con calidad y humanización a fin de dar cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y concretamente, con el ODS 3; que busca lograr una mortalidad materna de 70 por 100,000 nacidos vivos y una mortalidad neonatal de 12 por 1,000 nacidos vivos”, dijo Lama.
A su vez, en el marco de la actividad, se recordó que siendo República Dominicana un país con ingreso medio alto que tiene una elevada cobertura de control prenatal (98.9%) y de parto institucional (97.5%), las cifras de mortalidad materna y neonatal no se corresponden con esa realidad y están muy por encima de los promedios para la región de América Latina y el Caribe.
Según las encuestas, las últimas cifras disponibles para la mortalidad neonatal estimada corresponden al 2019 y fueron de 19.4 por 1,000 nacidos vivos en contraste con la mortalidad neonatal en Latinoamérica, que en ese mismo año fue de 9 por 1,000 nacidos vivos. Las causas de esas muertes en el país corresponden a distrés respiratorio y sepsis, las cuales son totalmente evitables.
De su lado, la doctora Rosa Elcarte, representante de UNICEF presentó el modelo de mejora continua de los servicios de atención materna y neonatal que consiste en la observación de los servicios de salud por medio de las actividades ordinarias que deben realizarse en toda atención obstétrica y neonatal, es decir aquellas que deben cumplirse para apegarse a los protocolos sanitarios, con el objetivo de evitar llegar a las complicaciones. Tras el análisis de estas observaciones en cada hospital, se prepara un plan para la mejora de estos.
“Motivamos a ustedes los directores de centros públicos a redoblar los esfuerzos para revertir esta situación negativa y liderar de una forma propositiva y comprometida sus planes de mejora para que la atención obstétrica y neonatal en sus servicios de salud esté adherida a los protocolos del Ministerio de Salud Pública”, dijo la doctora Elcarte.
Enfatizó en que “si se cumple con lo establecido en los protocolos, a través de este modelo, podemos prevenir o identificar tempranamente potenciales complicaciones, y de esta forma tomar las medidas oportunas para su control y tratamiento, o referimiento de una manera ágil y segura”.
Debido a la pandemia por la COVID-19, en 2020, la mortalidad materna aumentó a 127 por 100,000 nacidos vivos, muy por encima del promedio para Latinoamérica, que fue de 67 por 100,000 nacidos vivos.