Ayer la directora de Casinos y Juegos de Azar, del Ministerio de Hacienda, Claudia Álvarez, dio el dato de que en el país hay más de 70 mil bancas de loterías y apuesta, una cantidad que hasta a la misma funcionaria le hace ruido.
A pesar de que existe una regulación para ese tipo de negocios, parecería que esa regulación es tan simple, que cualquiera con capacidad para instalar una banca en cualquier espacio, lo puede hacer sin mayores contratiempos.
Para que se tenga una idea de la dimensión que abarcan las bancas de apuestas, si se comparan con otros espacios, como la cantidad de aulas en todas las escuelas, no llegan a 70 mil, las camas en los hospitales no están ni cerca de ese número, los destacamentos de la Policía sumados con todos los agentes, tampoco se acercan a la cifra de las bancas, es decir, que hay pocas cosas de las que se puede hablar de 70 mil unidades, claro, sacando los motoristas, que cada día son más.
Alguna razón
Quizá, limitar la cantidad de bancas, que en muchos lugares están una al lado de otras, no sea muy conveniente, si se mira desde el lado de los 200 mil pesos que cuesta el permiso para comenzar a operar, o tal vez, desde donde se tiene que regular lo ven por la cantidad de empleos que generan los banqueros, o porque no se debe matar el sueño a los jugadores de hacer dinero por esa vía. En fin, debe una razón poderosa.