El propio embajador de Venezuela puso de manifiesto la poca fiabilidad de la encuesta de migración divulgada por el Gobierno.
Señala el diplomático que unos 30 mil venezolanos se han quedado en el país recientemente, lo cual dista mucho de los 20 mil que reflejaba la citada encuesta.
Solo en ese renglón la diferencia entre el número registrado por la Embajada de Venezuela, a partir de los venezolanos que han ingresado a República Dominicana y que no han retornado a su país, es de un 30 por ciento. Esa sola cifra desacredita cualquier resultado de este sondeo.
Pero el descrédito es mayor si se toma en consideración que en 2016 la misma embajada afirmaba que sumaban 20 mil los venezolanos que se habían quedado ilegales en el país. Por tanto, el crecimiento registrado es de otro 30 por ciento de un año a otro.
Otro indicador que le daría trabajo cuadrar a cualquier estadígrafo es que si la inmigración aumenta un 5.6 por ciento, la descendencia de esos inmigrantes aumente un 20 por ciento. Eso, estadísticamente hablando, es sencillamente inexplicable.
Al parecer, la única utilidad que tendrá esa cuestionable encuesta es ser utilizada en foros internacionales para seguir acosando a la República Dominicana, y afirmar que los apátridas en el país surgen de forma silvestre.