Marlins sueñan con que Edward Cabrera pueda seguir ejecutando su arsenal de pitcheo élite

El lanzador dominicano Edward Cabrera puso a los Marlins a soñar el domingo, con que finalmente puede darle un giro a su carrera y aprovechar el potencial de élite que posee.
El domingo por la tarde en Anaheim, el lanzador derecho de 27 años ofreció su mejor actuación de la temporada, y posiblemente la mejor desde septiembre pasado, liderando a los Marlins de Miami a una victoria por 3-0 sobre los Angels de Los Ángeles.
Cabrera lanzó 5.2 entradas sin permitir carreras, permitiendo solo tres hits y dos bases por bolas, mientras acumulaba 10 ponches. Se apoyó mucho en su combinación de recta y curva, desconcertando a los bateadores de los Angels, quienes lo perseguían fuera de la zona y tuvieron dificultades con su cambio de velocidad de 90 a 100 mph.
Fue una imagen positiva para Miami, que ha visto a Cabrera mostrar un potencial de élite, pero a veces le cuesta controlarlo y mantener la consistencia.
Edward Cabrera had his best start of the season today
— Jeremiah Geiger (@JeremiahGeiger2) May 25, 2025
5.2 IP, 3 H, 0 R, 0 ER, 2 BB, 10 SO, 87 NP
The curveball was disgusting, generating 11 whiffs and a 54 CSW% pic.twitter.com/GE8eoKbzp4
La apertura del domingo no fue solo una salida de calidad, sino la actuación más dominante de Cabrera desde su brillante actuación de siete entradas contra los Filis de Filadelfia el 8 de septiembre de 2024.
En ese juego, Cabrera permitió solo tres hits y una base por bolas, con seis ponches en siete entradas. Esta vez, solo necesitó 5.2 entradas para superar esa cifra de ponches, ponchando a 10 por tercera vez en su carrera en la MLB.
Los Angels tampoco representaron una amenaza seria. Cabrera dominó el juego desde el principio, ponchando a cinco bateadores en las primeras tres entradas y consiguiendo muchos swings fallidos. En su última salida contra los Cachorros de Chicago, recibió algunos golpes, pero aficionados y expertos vieron cuánto mejor control tenía, y todos sabían que una apertura de este calibre estaría a la vuelta de la esquina.
Cabrera salió con dos outs en la sexta entrada después de que corredores consecutivos se embasaran, pero el bullpen cerró la puerta de golpe durante el resto del partido.
Anthony Bender registró el último out de la sexta entrada y lo siguió con una séptima limpia. Calvin Faucher mantuvo el juego en marcha con una octava entrada sin permitir carreras, y Ronny Henríquez cerró la puerta en la novena para conseguir el primer salvamento de su carrera.
Adquirido en la temporada baja, Henríquez impresionó atacando la zona de strike y ponchando a dos de los mejores bateadores de los Angels —Taylor Ward y Jorge Soler— para sellar la segunda victoria consecutiva de Miami.
La ofensiva de los Marlins le dio a Cabrera el apoyo justo, conectando hits oportunos y aprovechando oportunidades clave de anotar.
El segunda base novato Javier Sanoja lideró la ofensiva con dos hits, incluyendo un elevado de sacrificio en la tercera entrada que puso a Miami en el marcador.
Connor Norby le siguió con un sencillo productor, y en la quinta entrada, Jesús Sánchez conectó un doblete productor entre el jardín derecho y central para ampliar la ventaja a 3-0.
Los Ángeles había sido uno de los equipos más encendidos del béisbol, con un récord de 8-2 en sus últimos 10 juegos antes de la derrota del domingo.
La racha de Taylor Ward, un récord de la franquicia, de 10 juegos consecutivos con un extrabase también llegó a su fin, lo que demuestra la eficacia con la que Cabrera y los brazos de los Marlins neutralizaron el ataque de los Angels.
El mejor desempeño de Cabrera desde 2024 demuestra su capacidad. Es fácil olvidar, entre las lesiones y la inconsistencia, que Cabrera aún posee potencial como abridor de primera línea.
Aperturas como la del domingo les recuerdan a los aficionados y a la organización de los Marlins por qué han sido tan pacientes con su desarrollo.
Ahora tiene una efectividad de 2.53 en cuatro aperturas en mayo, y si su control continúa mejorando, podría fácilmente convertirse en una pieza que Miami elija cambiar en la fecha límite (o en alguien en quien los Marlins intenten construir su futuro).
Miami todavía tiene un largo camino por recorrer en 2025, pero si Cabrera continúa lanzando así, tendrán un pilar en el que apoyarse, tanto para esta temporada como para el futuro.
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