Mario Vargas Llosa, promotor de la libertad y casi dominicano
Aunque casi tuvo la nacionalidad dominicana de Mario Vargas Llosa, falleció sin que le fuera otorgada. El ofrecimiento del presidente de dicha concesión en 2023 no se concretizó, a pesar de la declaración de aceptación por parte del Premio Nobel de Literatura. En su memoria recreo parte de lo que escribí entonces.
Ni los opuestos a dicha asignación niegan las grandes contribuciones que con su pluma hizo Vargas Llosa a la humanidad, a través de sus reconocidas obras literarias, ensayos y pronunciamientos, como lo hizo en defensa de la libertad en su novela La fiesta del chivo.
Quienes rechazaban dicha entrega, hasta llamarlo traidor al escritore, aludían a la supuesta ofensa a la soberanía cuando, a propósito de la sentencia 168-13, del Tribunal Constitucional (TC) escribió en La Nación que dicha sentencia “es una aberración jurídica y parece directamente inspirada en las famosas leyes hitlerianas de los años treinta dictadas por los jueces alemanes nazis para privar de la nacionalidad alemana a los judíos que llevaban muchos años avencidados en ese país y eran parte constitutiva de su sociedad”.
Coincidiendo con Vargas Llosa yo decía entonces que “siento que, por afanes ultraconservadores y de un patriotismo propio de los regímenes más temidos y autoritarios de la historia universal y nacional, el país y con ello nuestras instituciones hayan sucumbido y apisonado los derechos fundamentales que deben garantizar”.
No era, pues, una posición aislada de Vargas Llosa. Es la consagrada en los instrumentos internacionales de derechos humanos, pues la defensa de la soberanía no implica el desconocimiento de su universalidad.
Si a raíz de dicha sentencia, Vargas Llosa comparó al TC con los de Nuremberg, cuando el régimen nazi desnacionalizó masivamente a ciudadanos judíos, hasta llevarlos a los campos de concentración, tenía presente que tenemos un Estado de derecho y donde haya transgresiones compete a todos denunciarlo.
La proclama de bienvenida de Vargas Llosa como dominicano no se manifestó en ningún decreto, pero con la adjudicación de su nacionalidad dominicana ganaban los derechos humanos y nuestra nación.
Siempre fue grata para los defensores de los derechos humanos la presencia de don Mario.
Con su amor por nuestra patria y la defensa de los principios y valores constitucionales, hizo propia la promoción de los derechos fundamentales. Paz y honra eternas don Mario Vargas Llosa, maestro universal de la literatura.
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