Mario Emilio Guerrero

Mario Emilio Guerrero

Mario Emilio Guerrero

Dimaggio Abreu.

Un domingo de la temporada de Grandes Ligas, año 2000, Chicago Cubs rindió homenaje a su astro de entonces Sammy Sosa. Subiendo unas escaleras internas del Wrigley Field, vemos a Michael Jordan que bajaba con una niña de manos a la zona de palcos.

Pronto nos encontramos con Mario Emilio Guerrero y al cuestionarle si había visto a Jordan, respondió con una sonrisa y una afirmación que nos sorprendió más aún que el avistamiento del exastro de la NBA: “Yo lo entrevisté”, respondió con el rostro iluminado de satisfacción.

Con atrevimiento osamos preguntarle si nos podía compartir las respuestas que le dio Jordan, que indefectiblemente trataban sobre la figura de Sammy, por cuyo homenaje asistía al viejo parque aquel domingo, desde donde Freddy Veras Goico hizo un Gordo de la Semana especial y acudió Juan Luis Guerra. “Claro que sí”, contestó Mario Emilio y, sin poner peros, procedió.

Nuestra presencia allí fue como enviado de El Siglo (diario desaparecido en 2001) y Mario Emilio por Listín Diario, mediante un acuerdo con esa empresa. Es decir, Mario Emilio Guerrero compartió con nosotros un verdadero palo periodístico, a lo que cualquier otro se habría negado, con todo su derecho.

La anécdota la referimos para resaltar el trato deferente que nos obsequió el recién finado colega a lo largo de una carrera periodística en paralelo en el tiempo y que terminamos laborando juntos en el Ministerio de Deportes en la presente gestión, donde estrechamos más nuestra relación.

Un año antes, 1999, enviado junto al fotorreportero Valentín Pérez Terrero a la pretemporada de la Liga del Cactus, aprovechamos que los Grizzlies, equipo de la NBA que integraba Luis Felipe López, visitaban a los Phoenix Suns en el entonces American West Arena. Bordeando la instalación en busca de nuestras acreditaciones, nos ‘pechamos’ con Mario Emilio.

Vimos el juego juntos, bajamos donde Luis Felipe, quien nos introdujo al clubhouse y se emocionó tanto, que afirmó allí que éramos los primeros periodistas dominicanos que lo visitaban en la NBA.

Como coordinador del Pelotero Estrella de la Semana, Guerrero nos ofreció trabajo y colaboramos con el programa por unas tres temporadas de la pelota invernal. Por coincidencia, durante su presidencia de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD), fuimos electos como Cronista del Año en el reglón Prensa Escrita, año 2000. Y señalamos la coincidencia, porque la adjudicación no era una prerrogativa exclusiva suya sino una decisión colegiada. Luego supimos que tuvo la iniciativa de ponderar nuestra labor.

La fecha de su deceso, 5 de julio 2022, nos encontrábamos en Valledupar, Colombia, en los XIX Juegos Bolivarianos y la noticia nos impactó, al punto de que nos sentamos en una escalera de madera en el lobby del hotel con los pensamientos puestos en su hijo Mario Antonio, su adoración; en su esposa Nieves, que recién perdió a su madre; en los avatares de vida de Mario Emilio; inevitable no referirse a su fuerte temperamento; pero en especial, en la deferencia con que nos trató, como aquél día con Jordan; y que no volveríamos a verle. Descanse en paz, amigo Mario Emilio.