Marino Zapete.
SANTO DOMINGO.- El periodista Marin0 Zapete explicó que se enteró por las redes sociales de que su esposa habría sido beneficiada de una pensión privilegiada por parte del Estado, proceso del cual se desligó señalando que nunca traficaría con influencias en casi 40 años de ejercicio periodístico.
Señaló que ni él ni los miembros de su familia nunca han considerado que deben recibir tratos especiales y que jamás reclamarían trato privilegiado alguno.
Sobre la pensión especial otorgada a su esposa Dorka Quezada Félix, indicó que no ha recibido información oficial al respecto por lo que solo se ha enterado por las redes sociales.
Informó que Quezada Félix tiene 35 años ininterrumpidos como empleada pública, devengando en la actualidad un salario consolidado de 202 mil pesos (45 mil como cantora de la Compañía Lírica Nacional y 157 mil como encargada de la Oficina de Acceso a la Información Pública del INDOTEL, donde ha servido por 20 años)
A continuación la declaración escrita por Marino Zapete sobre el tema que se ha debatido en las redes sociales:
DECLARACION DE MARINO ZAPETE:
Me he enterado a través de las redes sociales, porque hasta este momento no tengo la información oficial, de que mi esposa, Dorka Quezada Félix, habría sido beneficiada con una pensión privilegiada del Poder Ejecutivo.
Dorka Quezada lleva más de 35 años ininterrumpidos como empleada pública. Actualmente, recibe un salario unificado de RD$202 mil pesos mensuales, 45 mil como cantora de la Compañía Lírica Nacional y 157 mil como encargada de la Oficina de Acceso a la Información en Instituto de las Telecomunicaciones, donde ha servido por casi 20 años.
No pienso que mi esposa o cualquier vinculado a mi persona merezca una pensión especial, porque en mi familia nunca nos hemos considerado especiales y jamás reclamaríamos trato privilegiado alguno.
Todo el que ha sido testigo de mi comportamiento durante el ejercicio que he hice del periodismo durante casi 40 años, sabe que nunca pedí favores, nunca trafiqué con influencias y nunca vendí mi silencio ni mi discurso.
En esta ocasión les reitero que no hay razón en el mundo que me lleve a tirar a la basura la integridad con que me he desempeñado durante toda mi existencia.
Si realmente mi esposa ha sido beneficiada con una pensión privilegiada, solo ella tomará la decisión que considere, sin que la misma comprometa la independencia absoluta con que pienso, opino y actuó en mi vida.
Aprovecho para agradecer a las personas que me conocen y saben que jamás he traficado ni traficaría con influencias para obtener algún beneficio personal.
