SANTO DOMINGO.-En momentos en que las relaciones internas entre los principales líderes del Partido de la Liberación Dominicana se ponen más tensas y peligrosas, la vicepresidenta Margarita Cedeño no desaprovecha ningún espacio para dejar entrever que guarda alguna aspiración de “sacrificarse” como una tercera opción para encabezar la candidatura presidencial para los comicios de 2020.

El principal aval para justificar un proselitismo soterrado como el que realiza la vicemandataria proviene de los resultados de las más recientes encuestas, que ubican a la esposa del expresidente Leonel Fernández en competencia con el también líder del PLD y con Danilo Medina.

Posible división

Entre los peledeístas existe el temor de que una “guerra a muerte” entre los bandos que encabezan Fernández y Medina pudiera agravar las heridas ya abiertas por el control del poder, tanto en el PLD como en el Palacio Nacional, lo que podría propiciar un entendimiento que abra la puerta para que un candidato de consenso sea la salvaguarda para la unidad interna.

Bajo esa premisa se podría mover Cedeño, quien aprovecha cualquier oportunidad para enviar metamensajes que rápidamente son entendidos y comprendidos, sobre la base de que ella se interpreta y ha asimilado que sería una figura potable para canalizar el apoyo y el disgusto que acumulan muchos segmentos del peledeísmo y de la sociedad.

Los más recientes sondeos, como el caso de la encuestadora Asisa, reafirman que el PLD no tendría ningún rival de peligro para las elecciones de 2020, a menos que se produzca un fraccionamiento de gran envergadura que lesione el liderazgo de Leonel Fernández y del presidente Medina, temor que cobijan dirigentes de mucha trayectoria en esa organización.

La estrategia de Cedeño va en la dirección de que ella pudiera ser una candidata de consenso entre negociaciones que no serían descartables en un tranque en la disputa entre los grupos antagónicos dentro del PLD.

Motorizar la reelección debe atravesar por el camino de lesionar intereses y aspiraciones que el sector de Fernández consideran legítimos para que el exmandatario acumule el récord histórico de un cuarto periodo presidencial, mientras que los adeptos del actual gobernante canalizarían su proyecto con la oferta de logros económicos y el potencial ganado para retener el poder.

Varios candidatos

A pesar del trayecto recorrido, Reinaldo Pared Pérez, presidente del Senado; Carlos Amarante Baret, exministro de Educación, al igual que Andrés Navarro; Francisco Domínguez Brito, Manuel Crespo, Temístocles Montás y Radhamés Segura, no reúnen el apoyo suficiente ni la aceptación necesaria para disputarle a Leonel Fernández la candidatura presidencial, situación que sería el fuego para que los reeleccionistas, que se movilizan por todo el país, entiendan que el PLD debe jugarse la posibilidad de ganar las elecciones con Medina.

Una tercera alternativa, al margen de que se modifique o no la Constitución para habilitar “políticamente” al presidente Medina, que pudiera ser una opción para una negociación con el grupo de Leonel Fernández, no sería descartable en el escenario que se le presentará al PLD para definir si se mantiene en el poder o si opta por pasar a la oposición por una confrontación suicida por causa de una guerra por el control interno y de la esfera palaciega.

A corto o largo plazo la vicepresidenta Cedeño trabaja un perfil que podría subsanar las apetencias propias del poder de los leonelistas y de los danilistas, en el entendido de que un sector significativo de la población se vería representado en su figura y su capacidad política para que el barco del país siga en manos del PLD hasta el año 2024.

Varios argumentos

No es en balde que Cedeño lanza la arenga: “Yo creo que va a ser un gran desperdicio volver a ser solo primera dama; así que yo espero que se pongan de acuerdo… si no que le den el paso a una nueva generación, a una persona que pueda ganar en primera vuelta, pues al menos que se tome en cuenta mi trabajo y el deseo del pueblo”.

Otra premisa de su estrategia viene a ser el siguiente argumento: “Yo siempre he dicho que el cargo no hace la persona, la persona es quien hace el cargo, por eso los liderazgos se construyen en base a hechos, en base a logros, en base a lo que se puede ver tangiblemente; el liderazgo no se construye porque yo tenga un puesto más alto o menos alto”.

Hecho negativo

Ser la esposa de Fernández es asumido por algunos peledeístas y entendidos políticos como el freno que ha evitado que Cedeño haya definido una estructura interna, en vista de que en la vorágine por el poder en el que está envuelto el liderazgo del PLD, necesariamente habrá de tener algún papel activo a favor de una tendencia.

La opción de la tercera alternativa sería viable si ella contara con el apoyo endosado de Fernández y de Medina, lo que no se descarta.
8 Aspirantes presidenciales.
El PLD tiene al menos siete dirigentes que buscan ser el candidato para 2020.

Partidos discriminan a las mujeres

Queja. Diez años es la proyección que hace la diputada Gloria Reyes para que la figura de una mujer sea considerada con seriedad por los partidos para optar por la Presidencia de la República. Cree que las mujeres compiten en desventaja.

“Desarrollar el rol de madre, profesional y político simultáneamente no es una tarea fácil”, afirma.

La vicepresidenta Margarita Cedeño es señalada con potencial, pero las coyunturas políticas del PLD no le han favorecido.

Y es que la falta de candidatas a la Presidencia con capacidad no ha sido la razón para que una mujer gobierne.

Las condiciones políticas y culturales han impedido, en la mayoría de los casos, la presentación de propuestas, colocando a las mujeres en segundo plano.

“Una mujer no ha llegado a la Presidencia de la República porque los partidos son estructuras machistas”, afirma Mu-Kien San Ben, presidenta de la Academia de Historia Dominicana.

Asegura que Ercilia Pepín, Abigail Mejía, Minerva Mirabal y Milagros Ortiz Bosch fueron opciones presidenciales que el país no supo aprovechar. San Ben define a Ercilia Pepín como una gran maestra, que se enfrentó a la intervención norteamericana “con más bravura que los hombres”. Es considerada la primera mujer intelectual del país.

En el caso de Abigaíl Mejía, es de las fundadoras de Acción Feminista Dominicana y su influencia para el voto femenino fue determinante.

El auge de Minerva Mirabal en plena dictadura trujillista auguraba un liderazgo especial, pero encontró la muerte a destiempo.

La más cerca de lograrlo fue Ortiz Bosch. Su hoja de vida como senadora la llevó a ser la primera vicepresidenta del país de 2000-2004. Compitió en las primarias del PRD en 2007 y fue derrotada por Miguel Vargas.