Mansión recobra esplendor luego de ser restaurada

Mansión recobra esplendor luego de ser restaurada

Mansión recobra esplendor luego de ser restaurada

La fachada, con los balcones afrancesados, agregados en el siglo XVIII.

Las mansiones y palacios de la vieja ciudad de Santo Domingo están adornados con magníficos detalles arquitectónicos que, lamentablemente se encuentran ocultos, tras siglos de añadiduras y maltratos, en su gran mayoría.

Cuando una persona, emprendedora y consciente del tesoro que tiene entre sus manos, logra rescatar y restaurar una de esas mansiones, la riqueza arquitectónica y estilística sale a relucir, convirtiendo el antes destartalado inmueble, en una preciosa joya.

La doble arquería que asoma al patio.

En el entorno de la iglesia y convento dominico se destaca un palacete cuyo propietario es conocedor de los valores históricos y artísticos de ese tipo de construcción, levantada hace quinientos años. Así, puso todo su empeño en devolver su vivienda a su belleza y elegancia original, añadiendo espacios interiores ajardinados.
Este palacete fue levantado en el primer cuarto del siglo XVI probablemente por los mismos maestros de obra y cantería que edificaron la iglesia y el convento dominico.

Fue erigida en dos plantas, utilizando los materiales duraderos utilizados en la época, bajo el concepto de que una vivienda debía durar por generaciones.

Así la piedra, el ladrillo, la tapia y la madera, fueron utilizados en su construcción. La mansión austera al exterior, presenta una entrada principal consistente en un portal en ladrillo enmarcado por un arco de medio punto.

La entrada a la antigua cochera, se encuentra, asimismo, enmarcada por ladrillos en secuencia rectilínea.

En la segunda planta, se reconstruyeron los balcones, agregados a muchas edificaciones durante la ocupación francesa.

En la planta baja, hacia el norte, se producen tres vanos, algunos para funciones que desarrollaba el propietario original. En la zona alta, se observan tres vanos de sección rectangular, cerrados con placas de cristal, que iluminan los interiores y que permiten discernir que adentro se encuentran los dormitorios.

Es significativo hacer notar que todos los vanos, poseen libertad de coronamiento, la mayoría, rectilíneos y los demás, con arcos rebajados, lo que aporta un interesante movimiento de formas, en la fachada del inmueble.

La cornisa posee un entablamento completo que limita la casa en sentido vertical.
El palacete se caracteriza en su interior, por la doble logia que comunica el interior con los patios traseros. En la primera planta, arcadas de medio punto, apoyadas sobre arranques y columnas de piedra, con un excepcional labrado de cantería de origen religioso, marcan la transición entre la vivienda y los patios, convertidos en espacios verdes, para delicia de los habitantes.

El amplio recibidor dotado de muebles contemporáneos. Fotos César Langa Ferreira

En el segundo nivel, el palacete posee arcadas que repiten el esquema de la segunda planta, sustituyendo las columnas de piedra por pilares en ladrillo, siguiendo los detalles constructivos, propios de la época.

La mansión conserva su sistema de viguería y entrepiso originales, en perfecto estado de conservación.

La amplitud de las estancias permite una distribución de los ambientes, además de la oportunidad para instalar sistemas sanitarios, cocinas y otros servicios complementarios, contemporáneos.

Hermoso palacete
Este inmueble palaciego, construido, sin lugar a dudas para uno de los grandes personajes de la corte virreinal y vinculado íntimamente con la orden religiosa de los dominicos, ha sido ambientado con elegancia y austeridad, tal y como lo fuera en aquellos lejanos días.

Se accede a la mansión por un amplio recibidor, en el espacio en que originalmente, estuvo la cochera. La entrada a la vivienda propiamente dicha, posee un arco ojival. Existe además un acceso al amplio recibidor, con un arco rebajado de ladrillo, apoyado en unos capiteles proyectados, del mismo material, que recuerdan la arquitectura del convento dominico.

Hay que recordar que, en ese mismo vecindario, fue que se pronunció el Sermón de Adviento, a favor de los derechos humanos, desgranado por fray Antón de Montesinos, ante el primer virrey de Indias, don Diego Colón, su esposa doña María de Toledo, sobrina del rey Fernando y de toda su corte.

Al norte del amplio estar, recubierto de mármol sin pulir, se desarrolla una escalera de acceso a la segunda planta, dotada de elegante barandal de hierro. Un gran vano acristalado, ilumina el acceso. A su lado se encuentra un pequeño nicho, utilizado en los conventos, para depositar las llaves.

El mobiliario

—1— Estilo moderno
El mobiliario general del palacete, es de estilo moderno, con algunas reminiscencias de época.
—2— Complementario
Los muebles complementarios, siguen una línea de diseño tradicional.
—3— La gran terraza
El recibidor comunica con una gran terraza estar que se integra al patio, en una solución de continuidad paisajística admirablemente manejada.

*Por MARÍA CRISTINA DE CARÍAS, CÉSAR IVÁN FERIS IGLESIAS Y CÉSAR LANGA FERREIRA



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