SANTO DOMINGO.-La manipulación de Facebook y Twitter para divulgar informaciones, falsedades o para hacer propaganda simulando tendencias ficticias han puesto entredicho la credibilidad de estas redes sociales a nivel mundial.
En los últimos años las redes sociales se han convertido en una herramienta esencial y estratégica para diversos grupos, pero registrarse en ellas constituye un riesgo como lo ha revelado el escándalo de Facebook y una que otra vulnerabilidad en Twitter.
La red social Facebook siempre ha sido criticada por la falta de privacidad, pero en la actualidad esta red enfrenta la peor crisis en sus 14 años, luego de los datos de 88 millones de usuarios fueron expuestos por la consultora Cambridge Analytica para la campaña electoral del presidente estadounidense, Donald Trump.
En el país lo más común es que desde las esferas gubernamentales usen personas contratadas, cuentas falsas o motores digitales para bombardear con mensajes predeterminados o hacer tendencias.
El más reciente ejemplo ocurrió con la Encuesta Nacional de Inmigrantes donde usuarios diferentes empezaron a divulgar el mismo mensaje, que a su vez eran compartidos por otros grupos también vinculados a agencias gubernamentales.
El texto » En el 2012, el 5.4% de la población era inmigrante y en el 2017 el 5.6%, una diferencia de solo 0.2 en cinco años, una cifra ínfima. Esto demuestra que el Gobierno aplica una efectiva política de control migratorio» fue publicado como propio por un grupo de cuentas (no retuitear, sino como contenido propio) lo cual deja claro que se trataba de una estrategia para manipular las tendencias de Twitter.
El hecho dejo en evidencia el afán por hacer ver que el gobierno ha sido eficiente en aplicar la política migratoria, renglón en la que las autoridades salen muy mal paradas en todas las mediciones de opinión pública.
Y así con casi todos los temas que el Gobierno coloca en la agenda pública o campañas que emprende.
Espionaje digital
El consultor SEO, SEM, y Marketing Online, Alex Madera, explica que «desde hace mucho tiempo diversas plataformas y redes sociales han utilizado los datos de los usuarios para captar todo lo que se interesa al usuario y poder comercializar esa información, ofrecérsela a los anunciantes y tener un objetivo claro cuando diseñen e implementen una estrategia para que puedan tener mejores resultados».
Diversas personalidades, empresarios, políticos e instituciones a nivel mundial utilizan las redes sociales por sus múltiples ventajas en la difusión de las informaciones, sin tomar en cuenta que en estas plataformas no es posible proteger la privacidad.
«Una vez te registras en una plataforma ya esos datos se proceden a comercializar de inmediato, porque los anunciantes y grandes marcas pagan para tener los datos del usuario, ya que es una información más precisa para conocer su target», manifiesta Madera.
Mientras que el asesor en temas de comunicación política y uso de tecnología, Melvyn Pérez dijo que «actualmente la mayoría de los gobiernos carecen de normativas sobre las redes sociales, con escasas excepciones (entre las que vale notar Francia y Alemania)».
Pérez expone que «el impacto del escándalo en Facebook será mínimo, pues entre la mayor parte del público en República Dominicana no existe conciencia sobre la importancia de la privacidad personal y la protección de datos, además de que la ley es bastante laxa en cuestiones de tecnología».
Twitter en la mira
La interacción las redes sociales que es su esencia también es un arma de doble filo pues se ha incrementado el uso de los Bots, que son cuentas que simulan ser personas en una red social y son creadas con un fin determinado, completamente distinto al habitual de un usuario.
El programador explica que «los bots son piezas de software (apps) configuradas para ejecutar acciones automatizadas, generalmente cuando se dan ciertas condiciones».
Los bots pueden perseguir diversos objetivos entre ellos seguir determinadas personas para rastrear o darle seguimiento a las informaciones que se van generando y en base a eso tener un control en determinado momento.
«El auge de los bots en República Dominicana no es de ahora, hace 2 o 3 años su existencia fue creciendo, pero el aumento se debe a que las instituciones, políticos, publicitaria y profesionales de las relaciones públicas, han preferido buscar el camino fácil y creen que pueden engañar a todo el mundo, ya que aún tienen la mentalidad de la comunicación tradicional», explica Pavel De Camps, consultor de Social Media Analytics.
Victimas de bots
En las últimas semanas varios influencers han percibido un crecimiento de la presencia de bots al revisar que muchos de sus seguidores de la red social Twitter tienen características exactamente iguales.
Entre algunas de las particularidades que El Día pudo observar es que no tienen nombres, poseen la misma fecha de creación (mes de abril), la mayoría no tiene avatar o foto de perfil, información personal, entre 40 y 60 seguidores, ninguna actividad (Twits, RT, likes, comentarios, fotos, etc) y siguen influencers, medios de comunicación e instituciones públicas.
En un bureo realizado se pudo constatar la presencia de estas cuentas en las de influencers y periodistas como son Alicia Ortega, Ricardo Nieves, Edith Febles, Altagracia Salazar, Roberto Cavada, Huchi Lora, José P. Monegro, así como los artistas Mozart La Para, Cheddy García, Sergio Carlo, Eddy Herrera, entre otros.
Al ser cuestionada sobre la presencia de estos bots en su cuenta, la periodista Edith Febles dijo notó a los bots cuando su cuenta alcanzó los 100 mil seguidores y al analizar su patrón todos tenían el mismo perfil.
«Ese tipo de cuentas siguen personas con determinados seguidores para tener visibilidad me explicaron que algunos son publicitarios, otros son determinados motores de búsquedas. Yo caí en esos motores a las cuentas pornográficas durante dos días y tuve que bloquear 65 cuentas pornográficas, porque era contenido explicito y molestoso», aseguró Febles, quien en la actualidad tiene 162K followers.
También la periodista Altagracia Salazar, quien tiene 94.7 mil followers considera que los bots cada día van en aumento, tanto que accedió a pagar el servicio de auditoría de Twitter para identificar los seguidores son falsos de los reales, determinar su porcentaje y bloquear a los bots.
«En mi caso pagué el servicio de auditoría de Twitter por cinco dólares y en la ultima revisión que fue la semana pasada el 21% de mis seguidores eran de cuentas falsas, no sé para qué sirven, pero ahí están y hubo un momento en que bloquie 11 mil de un solo golpe», dijo la comunicadora.
En tanto que Ricardo Nieves, periodista que también ha sido atacado por bots, cree que los bots «son cuentas creadas de algún espacio o órgano de poder, es una manera de control para controlar y saber el movimiento que se produce y sacar un perfil de la mayoría de las opiniones que hacemos en Twitter».
Sin embargo, hay personalidades que hacen caso omiso a los bots, debido a que cada cuenta que tiene una cantidad alta de seguidores tienen su porcentajes de bots.
Tal y como lo expresó el presentador Sergio Carlo, con 676 mil seguidores, quién además explicó que «los bots son usados por compañías y grupos de personas para crear tendencias a favor o en contra de algún tema en específico».
¿Cómo funcionan?
«Los app o bots se programan para cuando se menciona una frase o hashtag, darle retweet, seguir a un usuario determinado o responder tweets con respuestas prefabricadas», manifiesta Melvyn Pérez.
Detalla que los bots tienen diversos usos que pueden ser legítimo o ilegítimo, en el primer caso tiene usos como notificar cuando alguien menciona tu nombre en tu Twitter o compartir en Twitter cada imagen que subes a Instagram.
Mientras que en el segundo puede configurar miles para hacer propaganda ilegítima, en cualquier escenario, ya sea político, social, cultural o artístico.
Sostiene que «la desventaja de los bots en las redes sociales está en el uso excesivo para fines ilegítimos, como crear una falsa imagen de influencia o propagar noticias con poco valor».
Los intereses de un bot es cambiar o generar tendencia de una determinada información que posteriormente será difundida en los medios de comunicación.
Para esos fines los bots siguen influencers, personalidades o figuras destacadas que propagan con mayor facilidad las informaciones porque tienen mayor cantidad de seguidores que les siguen.
El también politólogo destaca una diferencia entre los bots y las cuentas falsas, «el bot se vincula a una cuenta que puede ser real o falsa y está programado para tomar determinadas acciones siguiendo parámetros».
«La cuenta falsa en cambio es una identidad virtual que no corresponde a una persona u organización y que puedes manejar por ti misma o conectarla a un software que lo haga por la persona».
Costos
El experto en publicidad, Alex Madera atribuye el auge de estos programas informáticos a su bajo costo.
» Cualquier persona o empresa que tenga presupuesto mínimo de 200 o 300 dólares puede crear un sinnúmero de bots que te generan una tendencia en cualquier momento», afirma.
Pérez coincide con Madera en que «hay proveedores donde el precio puede ser tan bajo como 5 dólares por cada mil seguidores».
Detalla que un bot para seguir una cuenta tiene un costo promedio de unos 10 dólares por cada mil seguidores falsos o mil “me gusta” o “retweets”.
Aunque explica que para adquirir un bot sofisticado «una empresa puede invertir grandes sumas de dinero porque con la herramienta puede aprender mucho de sus clientes».