No solo es importante la calidad de los alimentos que consumimos, sino también la cantidad y la forma de comerlos. Es valioso recordar que si tenemos una escasa actividad física, las porciones deben ser pequeñas.
Liliana Jiménez Pérez, gastroenteróloga de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), señala que, en cuanto a la calidad de los alimentos, las comidas poco saludables preparadas con pobres medidas de higienes y cargadas de grasas, muy condimentadas (con exceso de sal, azúcares, condimentos artificiales y pimienta), pueden generar un círculo vicioso de enfermedad que afectan a poblaciones vulnerables.
Además, Jiménez agrega que también pueden afectar a los más pequeños y a los ancianos, o a personas que padecen enfermedades intestinales crónicas previas como enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, antecedentes de problemas del páncreas, del hígado y otros problemas de salud como la diabetes o falla del corazón principalmente.
Gérmenes
Existen parásitos frecuentes causantes de diarreas en nuestro medio, como son la Entamoeba histolytica (un tipo de ameba), Giardia (puede provocar diarrea o estreñimiento), salmonela (enfermedad bacteriana), entre otros, que se introducen en los alimentos a través del agua o el suelo y pueden contaminar los productos frescos (sobre todo los crudos).
Efectos de infecciones
La especialista indica que “entre las consecuencias de las intoxicaciones alimentarias y las diarreas infecciosas, y de las más importantes, es el riesgo de deshidratación y el desequilibrio en algunos elementos como el sodio, el potasio y el cloro”.
Por esa razón, explica la gastroenteróloga, es muy importante ante signos de evacuaciones líquidas frecuentes, vómitos y fiebre, iniciar reponiendo líquidos al menor tiempo posible y si persisten los síntomas buscar ayuda médica temprana.
Asimismo, Jiménez Pérez resalta que las infecciones diarreicas, que son las más comúnmente asociadas al consumo de alimentos contaminados, provocan enfermedades en más de 550 millones de personas.
La médica explica que frecuentemente se ve que, durante la festividad navideña y posterior a la misma, se incrementa el número de consultas y emergencias asociadas a padecimientos gastrointestinales, influenciado por grandes desórdenes en la alimentación.
Medidas de higiene
La galena, quien forma parte del equipo médico del Plan Preventivo de Salud de Cedimat, recomienda como medida preventiva el adecuado lavado de manos al salir del baño, al levantarse de la cama en la mañana, antes de preparar los alimentos y de comer, preferiblemente con agua y jabón por lo menos durante 30 a 60 segundos.
Enfatiza que “es importante la manipulación adecuada de los alimentos en los establecimientos de comidas y en el hogar, evitando mezclar los crudos y los cocidos, por ejemplo, en la tabla de picar los vegetales”.
Procurar secar los utensilios de la cocina con una toalla distinta a la que utilizamos para secarnos las manos. Conservar los alimentos a temperaturas seguras y bien tapados. También utilizar agua e ingredientes crudos seguros y frescos, de lo contrario aplicarle cinco gotas de cloro por cada galón de agua o hervirlos al menos durante unos diez minutos.
Masticar bien
“Debemos recordar que para favorecer una buena digestión se debe de masticar bien, comer con calma y preferiblemente reposar después de las comidas”, afirma Jiménez.
Prevención
Sostiene que la clave para evitar las enfermedades de transmisión alimentaria es la prevención, que empieza por alejarse de la contaminación y la propagación de los microorganismos dañinos.
Aconseja evitar la preparación de las comidas con mucha antelación, idealmente cocinando lo que se va a consumir de inmediato; además, deben conservarse bien los alimentos en el refrigerador o nevera, para evitar la contaminación cruzada entre productos crudos y cocinados, y mantener adecuada higiene de los utensilios y superficies en las áreas donde se preparan estos.
Factor genético
La médica dice que muchas enfermedades digestivas tienen un factor genético que predispone. En estos casos, indica, lo importante es atender a tiempo a las señales de alarma del organismo como, por ejemplo, el dolor abdominal crónico, la anemia, la diarrea crónica y buscar atención médica temprana.
Recomendaciones
Jiménez presenta algunas recomendaciones de hábitos saludables para quienes sufren enfermedades del intestino, tales como tener una dieta equilibrada que, en particular en los problemas intestinales, puede incluso lograr disminuir las crisis de dolor abdominal y diarrea en los casos que predominen estos síntomas.
También mantener rutinas de ejercicios diarios, al menos una hora, tres a cuatro veces por semana. Asimismo, tener buena hidratación consumiendo suficiente agua de acuerdo a las actividades.
Se debe evitar automedicarse de forma recurrente
Es de suma importancia evitar automedicarse de forma recurrente. Esto puede enmascarar los síntomas de alarma y llegar tarde al diagnóstico.
La identificación temprana de cualquier enfermedad tiene un gran impacto en el desarrollo de la misma.
Realizarlo a tiempo es la única manera de prevenir daños y secuelas o complicaciones a largo plazo, por lo que es fundamental visitar su médico si presenta alguna de las señales presentadas.