Santo Domingo.-La sociedad sufre a diario graves problemas que no permiten su avance significativo en campos tan importantes como la educación, la seguridad, justicia social,   igualdad, así como de ética y valores entre los ciudadanos.

Estos problemas corroen en gran medida a las familias y un tema que ha generado mucha violencia es el maltrato emocional, el cual se ha convertido en un flagelo que   crece al igual que los males   mencionados y peor aún es la violencia más dolora y destructiva de la autoestima.

En las actuales sociedades modernas  se ha hablado mucho de la violencia intrafamiliar, casi como si este tema fuera una especie de moda, y principalmente sobre el maltrato o abuso físico entre las parejas,  y  la psicóloga Ana Simó se pregunta:   ¿hasta dónde realmente la sociedad conoce esta problemática?

Según la experta, esta pregunta surge dentro de ella, a partir de que  en su trabajo terapéutico con las parejas que acuden a su consulta, en muchas de ellas  logra identificar síntomas marcados y no tan marcados de maltrato, siendo las víctimas tanto mujeres  como hombres.

De espaldas a la realidad

Simó refiere que estas personas no suelen percatarse de que se encuentran bajo una situación de maltrato o que se han convertido en abusadores y piensa que, en parte, se debe culpar a que, la mayoría de las veces, solo se escucha hablar abiertamente  sobre el maltrato físico y no tanto de las diferentes formas de violencia.

Un flagelo que crece

Dijo que casi siempre se escuchan las noticias de cuando un marido asesina a su mujer o viceversa, y que se oyen  las denuncias policiales cuando hay moretones o signos físicos de violencia y,  por lo menos en este país, en  la mayoría de los casos, solo esta forma de violencia es juzgada.

La especialista manifestó que  se toma poco en cuenta el maltrato emocional, debido a que este se da de una manera más encubierta y más profunda, y explicó que es difícil de descifrar ya que    no deja marcas visibles  que llamen la atención. Incluso, muchos terapeutas inexpertos en el tema  no logran detectar esta situación a tiempo.

“Obviamente, no podemos esperar que las personas que se encuentren tanto en posición de víctimas, como de victimarios, se percaten de lo que les está pasando dentro de su relación de pa reja”, puntualizó.

  Señaló que como terapeuta de pareja   se siente en el deber de aportar su granito de arena y alertar a la sociedad sobre esta problemática, definiendo   el maltrato emocional como cualquier comportamiento no físico  que se basa en controlar, intimidar, castigar o subyugar a otra persona, utilizando como mecanismo la degradación, la humillación y el miedo; muchas veces, utilizando conductas  como estallar puertas, patear la pared, romper los platos o muebles o cualquier otro objeto, manejar a exceso  de velocidad o descuidadamente mientras la víctima está dentro del auto, destruir o intentos de destruir objetos de valor para la víctima, hacer gestos o poner caras hostiles y agresivas.