SANTO DOMINGO.-Los vegetales, frutas y otros comestibles ofertados en las calzadas y aceras del Mercado “Nuevo” de la avenida Duarte “compiten” con los desechos en descomposición, las aguas cloacales en ebullición y el nauseabundo olor a heces fecales que estos generan, atentando así contra la salud de los consumidores.ç

Fruto de la insalubridad que por décadas impera en el más importante centro de acopio que abastece de productos a la capital y parte del Gran Santo Domingo, este podría definirse como la “antesala” de cualquier bacteria degenerativa, incluso, en la muerte. ç
“El impacto en la salud que provoca un mercado cuando no existe un sistema de salubridad correcto es la transmisión de enfermedades de tipo infecciosas, como las virales, bacterianas, parasitosis, tóxicas y hasta cancerígenas, a largo plazo”, advirtió Carlos Manuel Féliz Cuello, médico salubrista-epidemiólogo y coordinador del Programa de Control y Prevención de las Infecciones Intrahospitalarias del Hospital Robert Reid Cabral.

El galeno afirmó que no hay control de la salud en ninguno de los mercados públicos con que cuenta el país, lo que se evidencia en la gran circulación de ratones, perros, productos en el suelo, sucio, agua insuficiente sin cloración adecuada, baños en mal estado del interior del mercado y el personal que trabaja no tiene ningún control sanitario.

Enfermedades

Entre los microorganismos más frecuentes que producen infecciones como resultado del consumo de alimentos expuestos en esos entornos contaminados, Féliz Cuello citó las ‘Escherichia coli’, la ‘Salmonella’, el ‘Vibrio cholerae’, o parásitos como la Taenia solium.

La mayoría de compradores aspira obtener sus mercancías en óptima higiene, donde se respire aire limpio y haya más seguridad.

Usuarios como Antonia Valdez, de La Zurza, entienden que lo que consumen son bacterias al comprar productos en esos ambientes.

“Me gustaría que mejore porque la insalubridad es obvia y es en gran magnitud, porque los productos son expuestos al piso; no hay un control de calidad, dentro ni fuera del mercado”, expresó Leonilda Arias, miembro de la Unión de Vendedores de Vegetales del mercado “Nuevo” y propietaria de un puesto en ese pabellón.

Insiste en que esa situación afecta a todos y que hay una sobrepoblación.

Violeta Álvarez, propietaria de la Casa Comercial del mismo nombre, atribuye el desorden imperante en el lugar a la falta de autoridades que organicen ese comercio.

“Aquí hay demasiada gente pobre que depende de estas actividades informales , entonces las autoridades deben venir acá a organizar, porque de aquí depende el abastecimiento de la capital”, expresó Violeta, con 47 años en la zona. Reconoce que el Ayuntamiento del Distrito Nacional realiza trabajos de limpieza, pero en vano, ya que en cuestión de horas todo sigue igual.

Blanca Eusebio, Miguelina y otros compradores coincidieron en que el centro de acopio debe ser rescatado urgentemente.

Versión Ascomedo

Antonio Then, presidente de la Asociación de Comerciantes de los Mercados (Ascomedo), que aglutina a más de cien puestos de provisiones, asegura que uno de los grandes problemas que afrontan es la arrabalización, que se ha ido incrementando en el referido mercado.

“Cuando esto se creó en 1973 era para unos 800 comerciantes y si hoy hay registrados en el Ayuntamiento unos mil 400, esa cantidad se triplica con lo que se llaman vendedores ambulantes que están en el perímetro”, externó Then.

Precisó que esa dinámica se ha desbordado y siguen en el mismo perímetro, sin el debido tratamiento que requiere.

Adelantó que la Federación que los aglutina empezó un plan de desarrabalización en coordinación con el Cabildo, que paralizaron por motivo de la Navidad.

“Vamos a retomar esa labor”, comentó Antonio Then, tras coincidir con la generalidad de las personas en que el mercado requiere de tratamiento y correctivos urgentes.