FILE - In this April 12, 2016 file photo, Venezuela's President Nicolas Maduro speaks during the installation of a truth commission, at Miraflores presidential palace in Caracas, Venezuela. Socialist party leader Jorge Rodriguez said Monday, Aug. 22, 2016, that Maduro had set a 48-hour deadline for ministers to fire high-ranking public workers who added their name to a petition seeking a new presidential election. (AP Photo/Ariana Cubillos, File)
Caracas.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, alertó hoy al Poder Judicial y a la Fiscalía sobre “acciones violentas” y “terroristas” que supuestamente planea para los próximos días la oposición venezolana con el respaldo de la embajada de Estados Unidos en el país caribeño.
“Yo sé que ahorita la embajada de Estados Unidos en Venezuela está detrás de acciones violentas, conspirativas, terroristas contra la paz de nuestro país, que quieren activar en los próximos días para chantajear a nuestra patria”, dijo el mandatario venezolano, en un acto del chavismo en Caracas.
Maduro hizo un llamado a los organismos de inteligencia y policiales del país caribeño a estar en “máxima alerta contra las conspiraciones y acciones terroristas que se están preparando».
Asimismo, aseguró que entregará “todas las pruebas” para que haya “máximo castigo de la justicia nacional” para todos los responsables de estos supuestos planes, a quienes calificó de “fraudulentos terroristas».
No es la primera vez que el Gobierno venezolano acusa a algún ente diplomático de Estados Unidos de conspirar contra él. El pasado 25 de mayo la dirección del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) denunció un plan de “magnicidio” y “golpe de Estado” contra Maduro en el que involucró, entre otras personas, a la exdiputada opositora María Corina Machado y el embajador de EE.UU. en Colombia, Kevin Whitaker.
Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela han sido tensas desde la llegada al poder del ya fallecido presidente Hugo Chávez, mentor y antecesor de Maduro, y desde 2010 las legaciones diplomáticas de ambos países no cuentan con embajadores.
Esa tensión se agravó en marzo de 2015 cuando el presidente estadounidense, Barack Obama, aprobó un decreto en el que considera al país petrolero una amenaza “inusual y extraordinaria para la seguridad nacional” de EE.UU., que además fue prorrogado en 2016 al cumplirse un año de su vigencia.