Llegará el momento, quizás por la circunstancia actual del coronavirus o por otra causa de igual envergadura, qe el liderazgo político deberá abandonar la resistencia del pasado y tendrá que sentarse en una misma mesa para discutir sobre los problemas sociales, económicos e institucionales del país.
Por lo pronto, el Covid-19 ha permitido que se observen coincidencias muy marcadas entre las parcelas políticas sobre la necesidad del confinanamiento social y muchas de las medidas para evitar la pandemia, aunque se registran datos fatales con fallecimientos y contagiados.
Desde la oposición, liderada por Luis Abinader y Leonel Fernández, ha existido una postura abierta a colaborar con el Gobierno para garantizar la tranquilidad de la sociedad en este momento de desasosiego global por el coronavirus.
Las autoridades, de su parte, han permitido que la oposición maniobre dentro de sus propias limitaciones para acercarse a la población con acciones y propuestas alentadoras.
El escenario, sin embargo, deberá venir para el dilema que implica la posposición de las eleciones presidenciales y congresuales de mayo, fijadas ahora para el 5 de julio, en virtud de que nadie sabe lo que depara el futuro y si habría un acuerdo para evitar una laguna constitucional.