Rosa Hernández, maestra de una escuela primaria, reclama al Estado por las fallas tanto del sistema de salud que no le brindó atención adecuada ni oportuna a su hija Rosaura ("Esperancita").
Santo Domingo.-En el quinto aniversario de la muerte de Rosaura Almonte Hernández (conocida públicamente como Esperancita) y a cuatro años de haber iniciado varios procesos legales que continúan sin avanzar, su madre, Rosa Hernández, anunció hoy que ha acudido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) buscando que sean esclarecidas las condiciones en las que falleció su hija y se establezcan las sanciones correspondientes.
“Tuve que dirigirme a la justicia internacional por la muerte de mi hija porque aquí no han hecho nada, y porque a la justicia de mi país no le interesa saber qué hicieron los médicos mal o qué no hicieron para que casos como este no vuelvan a repetirse”, declaró la madre durante un acto de homenaje dedicado a la memoria de Rosaura que tuvo lugar en el parque La Lira del Distrito Nacional.
En la petición, Rosa, maestra de una escuela primaria, reclama al Estado por las fallas tanto del sistema de salud que no le brindó atención adecuada ni oportuna a su hija Rosaura, como del sistema de justicia que no ha avanzado en la investigación del caso y que incluso le niega a Rosa su derecho a acceder al expediente judicial.
Una oportunidad para corregir las fallas
Rosa y representantes de Women’s Link Worldwide y la Colectiva Mujer y Salud han dicho que el proceso es una oportunidad para que el Estado dominicano reconozca las fallas de los sistemas de salud y de justicia en el caso de Rosaura, e implemente medidas para que historias como esta no se repitan en el país.
Recalcaron que ninguna mujer debe morir o estar en riesgo en República Dominicana por causas asociadas con el embarazo, afirmaron durante el encuentro.
Rosa le pide a la CIDH investigar, juzgar y eventualmente sancionar las violaciones de derechos humanos como las sufridas por Rosaura, a iniciativa del Ministerio Público y no a partir de las reclamaciones de las víctimas, sus familiares o terceros.
También, crear una unidad especializada en mal praxis médica, para garantizar que en el sistema de justicia existan operadores con el conocimiento técnico y las herramientas necesarias para llevar a cabo una investigación diligente.
Garantizar que todas las instituciones de salud brinden información precisa y sencilla sobre la condición de salud de las pacientes, sobre los exámenes diagnósticos y procedimientos médicos necesarios y sobre las expectativas del tratamiento, entre otros. Así mismo, aplicar de forma efectiva protocolos de traslado y ubicación en centros especializados según la necesidad médica.
Asimismo, sugiere la construcción de un club de estudios y recreación para niñas, niños y adolescentes, en el sector de Pedro Brand, con el nombre de Rosaura Almonte, a modo de honrar y perdurar la memoria de la adolescente.
Rosaura Almonte Hernández (Esperancita) fue hospitalizada de urgencias en julio de 2012 en un centro de salud público. Le detectaron una leucemia aguda y aunque necesitaba quimioterapia para luchar por su vida, no se la iniciaron a tiempo porque estaba embarazada.
Después de mes y medio de estar hospitalizada, falleció el 17 de agosto de 2012 sin que hasta la fecha exista una respuesta judicial efectiva por lo sucedido.