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Luis Carvajal, el depredador que terminó abrazando la poesía y el medioambiente

  • Con el tiempo, no logra separar la lucha medioambiental de la poesía/ Se considera así mismo como investigador por vocacióndo. Inicios. Desde pequeño le apasionó la escritura.

Luis C
Carvajal creció en una época de transformaciones políticas y culturales en una familia amante de la poesía.

SANTO DOMINGO.-Luis Carvajal, el académico, activista y medioambientalista. El mismo que figura entre
los fundadores de la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) tiene un pasado como depredador.

Ahí en Villa María próximo a Villa Consuelo, existía entre los años de 1950 y 1960, una vegetación que
por la forma en que Carvajal la describe, podría rivalizar fácilmente con la que historiadores narran que existió en la época del Concho Primo.

Y el entonces niño Luis, con tira piedra en mano y puntería del tirador, cazaba todo lo que se le cruzaba
a su paso y organizaba mítines de lagartos y alacranes. “Creo que tuve una primera infancia de depredación intensa, pero también de curiosidad”, narra Carvajal.

Creció en una época de transformaciones políticas y culturales, y en una familia donde la poesía era
el centro de las noches. “Mi mamá murió de 98 años y todavía días antes estaba declamando poemas. Tenía un conocimiento sorprendente de la poesía latinoamericana y mundial, a pesar de tener apenas un cuarto curso”, cuenta.

Julia Núñez, “Nana”, como la llamaban, convertía la pobreza en arte: “Como no tenía dinero para pagarnos el cine, nos juntábamos los fines de semana y hacíamos cuentos, poesía, veladas familiares. De
ahí me nació esa vocación de escribir”.

En ese ambiente nació el poeta que Carvajal lleva dentro, aunque insista en que no se considera uno.
“Yo no me creo poeta, pero nadie discute con un poema”, dice entre risas. Escribir, para él, no fue
un pasatiempo, sino una necesidad vital. “No lo hago en paralelo con la biología; escribo por ser biólogo, no lo puedo separar”. Su relación con la palabra es inseparable de su relación con la vida. “Hasta que no escribí dos poemas sobre las cordilleras, después de redactar un
informe técnico, no me sentí tranquilo”.

Iniciación como poeta desamor, esas pasiones adolescentes que lo empujaron a poner en versos lo que el corazón no sabía expresar.

Desde joven, la Iglesia María Auxiliadora fue uno de sus primeros escenarios. “En mayo era el mes de la Virgen y nos llevaban a declamar poemas.
Pero los que me daban no me gustaban, así que escribía los míos. Desde muy muchacho escribir fue un hábito”, recuerda. Sus primeros poemas fueron de amor y “Cuando eres adolescente te enamoras ciegamente, y a veces la muchacha ni sabe que te enamoraste. Ese temblor, esa mano que suda, eso
vive en la cabeza, y yo lo recogí en muchos poemas”.

Esos textos, que guardaron sus amigos y luego sus hijas, hoy forman parte de su blog, donde conserva más de 600 poemas.
“Algunos fueron recuperados porque los recogió alguien, otros los guardó una de mis hijas. Yo no hacía poesía infantil, sino poesía para mis hijas”.

El origen Luis Carvajal nació en 1954 y estudió en el colegio Nuestra Señora de la Altagracia, en los años previos e inmediatamente posteriores a la Revolución de Abril.

Sus tres hermanos mayores tenían inquietudes sociales, pero en casa no se hablaba de política. “Nunca comentaron nada, pero uno se daba cuenta. Vivimos una época en la que el trujillismo no había muerto, solo se había readecuado. Retorna y cobra cuerpo durante el régimen de Balaguer”.
Aun así, de ese contexto duro también nació una forma de ternura. “Yo recupero en mi memoria a
una vecina peleándome porque maroteábamos allá, pero cuando no lo hacíamos se preocupaba.

Ese pleito era una forma de amor, en esa patología del amor donde regañarte es una manera de decir: te
quiero, tú me importas”. El joven Carvajal que jugaba con alacranes, que practicaba taekwondo y que soñaba con estudiar nutrición o economía política terminó encontrando su vocación entre la ciencia y la sensibilidad. “El aprendizaje de la biología en el liceo experimental me hizo casi un investigador de la naturaleza por vocación”, confiesa.

Casos

Deporte

Practicó artes marciales desde muy joven llegando a destacar en el Taekwondo.

Aporte
Introdujo esta práctica deportiva en países como Rusia y Ucrania cuando accedió a estudiar en
los tales mediante beca estudiantil.

Influencia
Ha combinado la ciencia con el activismo social llegando a destacar como voz autorizada en temas
de alta conflictividad

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Anyelo Mercedes

Es periodista y locutor. Cubre Congreso, Partidos Políticos y JCE.

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