Washington.– El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, reivindicó este martes la vigencia del organismo panamericano en vísperas de su 53 Asamblea General, marcada por algunas ausencias.
“La OEA no compite con nadie. Tenemos un legado muy grande al ser la organización multilateral más antigua del mundo, pero con la mayor vigencia en la agenda política del hemisferio”, expresó Almagro en la rueda de prensa inaugural de la asamblea.
La 53 Asamblea General de la OEA, que se celebrará en Washington del miércoles al viernes, contará con la presencia de 24 ministros de Exteriores de los 34 países americanos que conforman el organismo. Han confirmado su asistencia el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y los cancilleres de Chile, Alberto van Klaveren; de Perú, Ana Cecilia Gervasi; de Costa Rica, Arnoldo André Tinoco; de Ecuador, Gustavo Manrique; de Guatemala, Mario Búcaro, y de Panamá, Janaina Tewaney, entre otros.
En cambio, países como México, Argentina, Brasil, Bolivia y Colombia, que han tenido discursos críticos con el funcionamiento de la OEA, estarán representados por funcionarios de rangos más bajos. No obstante, Almagro afirmó que “son muchos más los temas de unión y convergencia” entre los países americanos que las diferencias que los separan.
Además, opinó que la agenda de la Asamblea General, la novena que Almagro preside como secretario general, demuestra que la OEA es “el principal foro político” del continente. Preguntado por otros organismos de la región, como el Foro de Sao Paulo, que reunirá a partidos progresistas de la región en junio en Brasil, dijo que la OEA no tiene “problemas” en que haya organizaciones subregionales que “funcionen bien».
“Todo lo que sea positivo y dé resultado nos alivia el trabajo, que hoy está sobrecargado. Para nosotros está todo muy bien”, respondió Almagro, al tiempo que hizo un llamamiento a “trabajar juntos” evitando la polarización. Los principales puntos de la agenda de la Asamblea General son una resolución para dotar de recursos a la policía de Haití ante la crisis social del país caribeño, así como una condena a la represión de Daniel Ortega en Nicaragua.
La asamblea de la OEA, organismo que expulsó a Rusia como miembro observador por la guerra de Ucrania, contará además con un mensaje en vídeo del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. También se conmemorarán los 50 años del golpe de Estado en Chile contra Salvador Allende, y se hará un homenaje al legado del expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter y del exsecretario general de la OEA João Clemente Baena, fallecido este mes.
Preguntado por el intento de Brasil de suavizar la resolución en contra de Nicaragua, Almagro respondió que tiene el “más profundo respeto” por el posicionamiento del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Sobre la resolución, dijo que es “un esfuerzo más de la organización para condenar la falta de democracia en Nicaragua y las violaciones sistemáticas a los derechos humanos pro parte del régimen». También afirmó que los esfuerzos del presidente de Colombia, Gustavo Petro, para que Venezuela regrese al Sistema Interamericano de Derechos Humanos son “extraordinariamente bienvenidos”, pero advirtió de que Caracas no cumple todavía los estándares de un país democrático.
“No hay avances visibles ni en el funcionamiento democrático del país ni en la protección de los derechos humanos, ni en la situación de los presos políticos ni en la Justicia”, aseguró Almagro, quien criticó que en el país suramericano no haya “separación de poderes».
Durante la Asamblea General celebrada el año pasado en Perú, trascendió que Almagro era objeto de una investigación interna por una relación íntima con una empleada del organismo. Las pesquisas concluyeron en abril pasado que la relación del político uruguayo no fue ética, pero lo eximió de haber violado las normas relacionadas con conflicto de interés.