El Día 
Hoy se cumplen 46 años de la segunda intervención militar norteamericana en nuestro territorio.
Para ese entonces dirigía yo la revista ¡Ahora!, a la cual, consumada la ignominia, cambiamos precipitadamente la portada y le agregamos varias páginas para dar cabida a diez editoriales de airada protesta.
Aquel fue uno de los episodios más torpes protagonizados por la diplomacia de los Estados Unidos, ante el cual hasta los mayores admiradores de ese país quedamos perplejos y casi marcados para siempre.
No voy a dejar pasar la oportunidad que me brinda esta triste fecha, sin reproducir aquí un par de párrafos de uno de los diez editoriales que escribí en aquella ocasión, hace 46 años, y que bajo el título de Nos gusta la democracia, decían así:
Sinceramente nos creemos demócratas. Nos gusta el sistema de vida norteamericano.
Nos gusta el imperio de la institucionalidad en los Estados Unidos. Nos gusta el funcionamiento de los poderes públicos en la gran nación del Norte. Nos gusta el sagrado respeto a la libertad individual que impera en aquel país.
Queremos un sistema parecido para nosotros. Luchamos porque se pueda establecer tal sistema. Los Estados Unidos, vistos por dentro, son un bello ejemplo de institucionalidad y democracia digno de imitarse.
Pero odiamos los métodos empleados con sus vecinos latinoamericanos por los hombres que ahora gobiernan los Estados Unidos. Nos repugna advertir que los gobernantes de los Estados Unidos nos tienen en un concepto muy bajo y no tienen en cuenta nuestra dignidad.
Nos duele y nos rebela ver como ellos usan su fuerza militar para pisotear nuestra soberanía, solamente porque ellos se creen con derechos en todos nuestros países latinoamericanos
Los días que siguieron a aquel 28 de abril fueron difíciles y cruentos. Rindo hoy homenaje de respeto y recordación a todos aquellos que dieron su vida o perdieron la paz en defensa de sus ideales.
