Los terrenos que cedió Trujillo a Haití a cambio de que no se le concediera asilo a sus opositores

Los terrenos que cedió Trujillo a Haití a cambio de que no se le concediera asilo a sus opositores

Los terrenos que cedió Trujillo a Haití a cambio de que no se le concediera asilo a sus opositores

El pasado domingo se celebraron los 60 años del ajusticiamiento del tirano Rafael Leonidas Trujillo. ARCHIVO

SANTO DOMINGO.-Rafael Leónidas Trujillo es citado por algunos como defensor de la dominicanidad, pero durante su régimen la República Dominicana perdió por vía de concesión entre un 3% y un 5% de su territorio.

Así lo comenta el historiador Juan de la Cruz quien cita entre las localidades perdidas a Veladero, La Miel y el Saltadero.

Previamente se habían perdido San Rafael de Angostura, San Miguel de la Atalaya, Hincha, Las Caobas y “lo que conocemos como Juana Méndez”.

Estas concesiones permitieron que Haití aumentará su territorio en 6,663 km2 entre los años 1929 y 1936 los equivalentes a casi un tercio de sus 27, 750 km2 actuales.

Acuerdo secreto
El propósito de lo acordado en 1936, según lo planteado por Bernardo Vega en Historia de la República Dominicana, fue lograr que el presidente haitiano, Stenio Vincent, se comprometiera a no permitir la llegada de nuevos exiliados políticos y que expulsara los que en ese momento se encontraban en Haití.

Esta razón fue esgrimida por el presidente Luis Abinader el pasado sábado, para aclarar que la Masacre del Perejil ocurrida en 1937, no fue en defensa del territorio dominicano sino por racismo.

“Fue brutal en el pisoteo de los derechos humanos pero ni siquiera fue firme en la defensa de nuestra integridad territorial, llegando a cederle a Haití miles de kilómetros cuadrados de nuestro territorio, según algunos historiadores, fruto de una infame negociación secreta con el presidente de aquel país a cambio de que no se acogiera exiliados políticos dominicanos que pudieran hacerle frente”, declaró Abinader.

El historiador Manuel Núñez considera en cambio que lo que Trujillo buscaba era establecer una frontera definitiva ya que un 30% de la misma, no tenía una delimitación adecuada y que la expansión demográfica haitiana había puesto en peligro ese objetivo.

No obstante, Núñez reconoce que “hubo negociaciones de ambos lados en torno a los exiliados y ambos países hicieron acuerdos para evitar que personas con objetivos perniciosos vivieran en las cercanías de sus fronteras”.

La firma
La firma del Protocolo de la Miel que delimitó la frontera dominico-haitiana como la conocemos hoy, ocurrió el nueve de marzo de 1936 en una visita que hiciera Trujillo a Puerto Príncipe.

Las concesiones quedan planteadas desde los vistos del acuerdo parte de los cuales concebían que “la Republica Dominicana consentía la revisión de la delimitación prevista por el tratado del 21 de enero 1929 en el sector comprendido entre el Fuerte Cachimán y el Río Carrizal.

En cambio “Haití se comprometía a mantener y a estrechar los lazos de amistad, que con tanto cuidado hemos cultivado”.

El tratado del 21 de enero de 1929 al que hace referencia, fue firmado por Horacio Vásquez y el presidente haitiano Louis Borno mediante el cual el país cedió cerca de un 8% de su territorio.

Constitución de 1844
Una de las referencias sobre la pertenencia de algunos de los territorios perdidos por el país, las proporciona el texto constitucional del seis de noviembre de 1844. Entre los diputados firmantes figuran J. N. Tejera, diputado por San Rafael De la Angostura; José Mateo Perdomo, Diputado por Hincha y Juan P. Andújar, Diputado por Caobas, todos, pertenecientes en la actualidad a Haití pero que tuvieron en su momento su respectivo representante dominicano.

De La Cruz refiere que en las guerras independentistas, Antonio Duvergé recuperó muchos de esos territorios que habían sido invadidos pacíficamente por los haitianos.

“Antonio Duvergé recuperó San Rafael de Angostura, Bánica, Comendador, Juana Méndez y el fuerte de Cachimán”.

Pero, estas localidades fueron cedidos a modo de renta a partir de 1892 vía acuerdos entre el presidente haitiano Florvil Hyppolite y el dictador Ulises Heureaux.

“Heureaux alquila estos terrenos por la carencia de recursos, echó mano de lo que fuera y es a partir de ese momento cuando la República Dominicana empieza a ser despojado de su territorio”, dice De La Cruz.

¿Engañado?
El contexto social vivido entre República Dominicana y Haití posterior al acuerdo y previo a la matanza de haitianos en octubre de 1937, es digno de destacar.

Las notas de prensa haitiana de la época se referían a Trujillo como: ¡qué jefe!, el más joven, el más elegante, el más simpático, el más diligente de nuestros amigos. Describían a los dominicanos como: nuestros hermanos del Este.

En una reseña de la visita del dictador se asegura que este dijo: “Me enorgullezco en declarar ante mis conciudadanos y frente al mundo, que una alta proporción de sangre africana corre por mis venas”.

A su vez, Trujillo recibió en el país a Vincent el 14 de abril de 1936 con quien rubricó el acuerdo tras la aprobación del mismo en las cámaras legislativas y tal cual había sido planificado en un cronograma de trabajo previamente estructurado.

En esa ocasión Vincent expresó que “nos hemos dado a la tarea de liquidar esa dolorosa herencia del pasado, conservada y amamantada tanto entre nosotros como en el resto del mundo, por la poderosa fuerza de los prejuicios que se han dado en llamarles egoísmos sagrados”.

De La Cruz tiene su versión: “Trujillo fue por lana y quedó trasquilado, muy pocos asocian la matanza con ese acuerdo creo que tuvo que ver y que se sintió derrotado”.

Construcción

— Conflicto
En la actualidad la República Dominicana y Haití están inmersos en un nuevo conflicto. Esta vez por el uso de las aguas compartidas del Río Dajabón. Haití ha iniciado la construcción de un canal de reguío pero ha encontrado oposición dominicana.