Altagracia Suriel
Debatir ideas y programas de Gobierno es esencial para la decisión de los electores y el fortalecimiento de la democracia.
Los principales temas que la población quiere escuchar de los candidatos a la Presidencia de la República son las estrategias de lucha contra la corrupción, empleo, crecimiento económico en tiempo de crisis, protección social y la reducción de la pobreza reflejada en cohesión social y prosperidad compartida.
Lucha contra la corrupción:
Según investigación de Latin Insights, la corrupción continúa siendo el problema más importante en el país, según el 32 % de los encuestados. La tendencia global en la efectividad en la lucha contra la corrupción pasa por apostar por ministerios públicos independientes y el funcionamiento de una justicia libre de manipulaciones de cualquier tipo.
Estrategias de desempleo:
Frente al desempleo generado por la pandemia del coronavirus, sobre todo las mujeres y los jóvenes, esperan que se creen fuentes de trabajo que necesariamente tendrán que estar vinculados a las demandas del mercado laboral y la cuarta revolución industrial. Constituyen una oportunidad las economías de colores, como la economía naranja, verde y azul, asociadas a la innovación y a la sostenibilidad medioambiental.
El crecimiento económico:
Aunque la CEPAL para este año prevé un 0%, la población está a la expectativa de propuestas que mantengan, aún en tiempo de crisis, el liderazgo en el crecimiento económico del país en la última década evidenciado en un crecimiento anual que superó el 5%.
Un buen gobierno tendrá que asegurar estabilidad cambiaria, control de la inflación, competitividad e inversión para un desarrollo económico sostenible reflejado en bienestar social y calidad de vida de la población.
Protección social y erradicación
de la pobreza:
Pese a los avances en reducción de pobreza en más de un 15% en los últimos años, aún quedan los excluidos y víctimas de las desigualdades que esperan medidas que reduzcan su miseria y pobreza.
Ampliar la protección social de forma horizontal y vertical es una deuda que habrá que pagar con transferencias condicionadas indexadas e inclusión de los vulnerables a los que no han alcanzado los programas sociales.
