Mucha gente cree que los signos de puntuación son una especie de muñequitos a colores que a alguien se le ocurrió hacer que figuren en la gramática de la lengua que hablamos y escribimos como una forma de que pierdan la paciencia todos los usuarios (los hablantes y escribientes) de una lengua determinada.
Pero no es así.
Los llamados signos de puntuación son pequeños trazos (casi invisibles), que se utilizan en todas las lenguas o idiomas con el claro y firme propósito de que el lector (el receptor) reciba un mensaje limpio gramaticalmente, y así logre leer con nitidez y pueda interpretar (entender) el mensaje escrito que le envió el emisor.
Los signos de puntuación podríamos definirlos como las representaciones gráficas de las pausas, entonaciones y ritmos que hacemos en la expresión oral y que en lo escrito contribuyen, con gran eficacia, a la correcta interpretación de un texto o mensaje escrito.
Clasificación de los signos de puntuación
Para mejor uso de los signos de puntuación, éstos han sido clasificados en dos interesantes grupos: los primarios y los secundarios o auxiliares.
Los primarios son aquellos signos de puntuación necesarios para dar énfasis a las oraciones que constituyen el contenido del texto que redactamos.
En este primer grupo de signos (los primarios) están: el punto, la coma, el punto y coma, los dos puntos, los signos de interrogación, los signos de admiración y los puntos suspensivos.
En un segundo grupo de signos de puntuación están los secundarios o auxiliares, que son aquellos que utilizamos para precisar o hacer énfasis en la entonación y aclarar situaciones especiales en el texto que escribimos.
En este segundo grupo están: la raya, el paréntesis, el guion, la diéresis o crema, las llaves, el corchete, el asterisco y las comillas.
Ese texto al que me refiero puede ser, por ejemplo, un poema, un cuento, un ensayo, un artículo de opinión, una carta, un oficio, un decreto, etc.
En la redacción los signos de puntuación realizan una función muy importante, ya que de ellos depende, en gran medida, lo bien o mal que interprete el receptor-lector.
Debemos recordar y tomar muy en cuenta que una coma o un punto pueden hacer cambiar el mensaje plasmado en cualquier texto, y como lo escrito, escrito está, a veces se hace difícil aclarar lo que se quiso decir y no se dijo.
Todos esos signos de la lengua son más que necesarios utilizarlos en cualquier acto de habla que hagamos, tanto oral como escrito, en cualquier idioma.
Duda al momento de escribir
Si al redactar un texto en un momento dado nos asalta la duda al escribir una palabra, un signo, una frase u oración, si no sabemos su correcta escritura, lo aconsejable sería, en ese preciso momento, que nos detengamos un ratito para consultar el diccionario.
*Por Roberto Núñez Castillo
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