Los Rosario estafados por herencia podrán denunciar ante la Fiscalía del DN

Los Rosario estafados por herencia podrán denunciar ante la Fiscalía del DN

Los Rosario estafados por herencia podrán denunciar ante la Fiscalía del DN

Santo Domingo.- La estafa más novelesca de la República Dominicana, en la que miles de afectados de apellido Rosario aspiran a recibir una fabulosa herencia de miles de millones de dólares, llegó este viernes a la Justicia.

La Fiscalía de la capital dominicana convocó entre viernes y sábado a los Rosario que quieran denunciar individualmente que han sido estafados, pero al menos los líderes del clan mantienen firme su convicción de que no hay ninguna estafa, sino una oscura trama les está hurtando los millonarios fondos.

Los fondos perdidos de la herencia 

El caso se remonta ocho años, cuando el abogado Johnny Portorreal comenzó a congregar a los Rosario para contarles que estaba tras la pista de la fortuna que habría amasado en el siglo XIX el patriarca de la familia, Jacinto Rosario, como dueño de una mina de oro.

También aseguran que los terrenos donde se sitúa la mina, actualmente propiedad de Barrick Gold, le fueron expropiados a la familia de forma ilegal hace décadas.

Los fondos millonarios se habrían repartido en cuentas en España, Suiza e Islas Caimán y, según la versión del abogado, habrían sido transferidos a República Dominicana entre 2016 y 2017, pero desde entonces se perdió el rastro del dinero.

El precio de ser heredero

Miles de personas -al menos 40.000, según sus cálculos- pagaron cuotas para figurar como herederos y además, le costearon los viajes a Europa al abogado para realizar sus pesquisas.

Las cuotas desembolsadas por los Rosario oscilan entre los 15.000 pesos (unos 258 dólares) y miles de dólares, en cualquier caso sumas considerables para buena parte de los afectados, en su mayoría campesinos de la zona de Cotuí, una región empobrecida en el centro del país en la que se encuentra la mina.

Uno de los portavoces de la familia, Roque Fernández Rosario, dijo a Efe que él quebró un negocio de venta de marisco por dedicarse a la herencia.

“Este señor con sus tramas nos hizo coger fiado, nos hizo vender todo, mudarnos de nuestras casas, ya que la zozobra del pago era tan fuerte que no había ser humano que soportara que te dijeran a ti que ya el banco te iba a entregar tu herencia”, comentó.

La larga lucha de los Rosario 

En su larga travesía en busca del dinero, los Rosario han hecho protestas contra la minera canadiense, la Presidencia de la República, los bancos en los que se supone que están depositados los fondos y hasta ante la embajada de España, país de donde creen que partieron parte de las transferencias.

A pesar de los reclamos, el Ministerio de Energía y Minas dijo que no existe documentación ni pruebas de la propiedad de esas tierras reclamadas por los Rosario.

El estatal Banco de Reservas también ha rechazado en varias ocasiones haber recibido la supuesta herencia.

Ante tales hechos, el Colegio de Abogados suspendió en 2018 a Johnny Portorreal, por haber violado nueve artículos del Código de Ética de la institución y por haber estafado a los Rosario.

Interviene la Fiscalía

Por fin, el Ministerio Público del Distrito Nacional convocó para este viernes y sábado a los afectados que quisieran denunciar la estafa. Centenares acudieron a esa convocatoria.

Sin embargo, los líderes de la familia instruyeron al grupo a no denunciar una estafa, sino pedir a la Fiscalía que investigue dónde está el dinero y fuerce al abogado a entregar los fondos.

“No estamos poniendo una denuncia por estafa, sino para que se investigue nuestros recursos de nuestros ancestros”, dijo Germán Rosario.

Otro afectado, Vinicio Rosario, señaló la responsabilidad del abogado Portorreal, quien continúa en contacto con la familia y sigue asegurando que tiene documentos que prueban las transferencias millonarias.

«(Portorreal) Nos ha ofrecido pagos en innúmeras veces y no ha cumplido lo que tenía que cumplir. Queremos que el Gobierno dominicano actúe contra este hombre”, aseveró Vinicio.