Santo Domingo.-Dado el cambio de uso de suelo que se registra el sector Los Prados, donde una gran parte de las viviendas han pasado de unifamiliares a comerciales, está convirtiendo esa zona del Distrito Nacional en un caos, especialmente en lo relativo al tránsito.
Con la transformación del sector, delimitado por las avenidas Núñez de Cáceres, John F. Kennedy y Gustavo Mejía Ricart, no se respeta que vías secundarias son habitacionales o de negocios, lo que rompe en muchos casos con la tranquilidad que encontraron quienes en principios llegaron allí con la idea tener de una sana convivencia familiar.
Basta dar una mirada al lugar para constatar cómo se pierde la identidad del sector en cuando a lo que eran las viviendas hoy transformadas en plazas y edificios que sobrepasan niveles permitidos.
En muchos casos no se toma en cuenta el tipo de suelo que caracteriza el entorno, donde en tiempos atrás hasta se han dado hundimientos en áreas de inmuebles.

Fruto del crecimiento, calles completas como las Charles Summer, Lorenzo Despradel y Font Bernard son pujantes arterias comerciales, incluso con reconocidas cadenas y bancos, que en este último caso, crearon estructuras cumpliendo con las exigencias de rigor.
Disyuntiva
Sin embargo, la disyuntiva esta en que en la generalidad de los casos no cuentan con estacionamientos para la cantidad de vehículos de clientes que acuden en busca de servicios.
Esa situación implica la ocupación de aceras y calzadas que se reducen a un carril, formando largos taponamientos en las diferentes intersecciones.
Entre los negocios que se erigen en el entorno figuran industrias que deberían estar en las afueras de la ciudad; dealers de vehículos, supermercados, restaurantes, repuestos, tiendas de tejidos, clínicas, viveros, colmadones y kioscos informales, que de manera indistinta ocupan las aceras, obligando a la gente a caminar en la calzada.
El lugar también cuenta con importantes medios de comunicación, la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús, colegios como Nuestra Señora de la Altagracia, el Club Los Prados y áreas verdes.
“Los que pasa en Los Prados es lo que está pasando en toda la ciudad. Falta de gerencia y todo el mundo hace lo que le conviene”, refirió el arquitecto urbanista Cristóbal Valdez.
El revés: Los Praditos
La céntrica zona de la Capital también tiene como “su revés”: Los Praditos, una populosa barriada matizada por el hacinamiento que afecta a muchos otros cuadrantes periféricos de urbe con numerosos negocios informales, ventas callejeras, proliferación de motocicletas, entre otras situaciones.
Aquí como en otros puntos similares la gente vive lidiando con las deficiencias de servicios como son los apagones. La marginalidad contrasta como sucede en Naco con La Yuca, y en El Millón, El Milloncito.
Geólogo alerta riesgo de altura
Terreno. “El suelo de Los Prados es arcilloso, y en una zona sísmicamente activa, como la República Dominicana, con dos grandes fallas regionales capaces de generar terremotos de magnitud superior a 7.0, hay que tener el debido cuidado al diseñar y construir estructuras elevadas sobre arcillas, porque las arcillas, como las de Los Prados, amplifican las fuerzas sísmicas en un denominado efecto sísmico de sitio, como ocurrió en Santiago de los Caballeros y La Vega en diciembre de 1562”, advirtió el geólogo Osiris de León.
Dijo que las autoridades del sector construcción deben ser muy estrictas y rigurosas al revisar y aprobar solicitudes y planos de altas edificaciones sobre arcillas, arenas, limos, caliche y aluviones.