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Los partidos políticos y su ADN de división

En la política parece existir una constante inevitable. Los partidos no se destruyen desde fuera, sino desde adentro.

La historia demuestra que, tarde o temprano, los conflictos internos terminan fragmentando a las organizaciones, por más sólidas o exitosas que parezcan. como si en su ADN llevaran grabada la tendencia a dividirse.

Si repasamos las principales fuerzas políticas que han gobernado el país, veremos el mismo patrón repetirse: un grupo que se queda con el nombre y las siglas, y otro que se marcha para fundar una nueva organización.

El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) fue durante décadas el más influyente desde su fundación en Cuba en 1939, aunque logró consolidarse en el país tras la muerte de Trujillo en 1961.

Aun después de su primera gran división en 1973, cuando Juan Bosch se separó para fundar el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el PRD siguió siendo una poderosa maquinaria electoral, ganando la presidencia en dos períodos consecutivos con Antonio Guzmán Fernández (1978–1982) y Salvador Jorge Blanco (1982–1986).

Catorce años más tarde, en el año 2000, volvió al poder con Hipólito Mejía. Pero tras su salida en 2004, comenzaron a intensificarse las tensiones internas que desembocaron en la división de 2014, dando origen al Partido Revolucionario Moderno (PRM). En el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), las fracturas han sido una constante desde su salida del poder en 1996.

Las divisiones se multiplicaron tanto que hasta las mismas divisiones terminaron fragmentándose, generando pequeños grupos que, aunque dispersos, han sabido mantenerse en los espacios de poder.

El PLD, que por años se jactó de manejar sus diferencias de manera interna, estalló en 2019 con el enfrentamiento entre Leonel Fernández y Danilo Medina por la candidatura presidencial de 2020. La ruptura no sólo dividió al partido, sino que puso fin a una racha de victorias consecutivas que se extendía desde 2004 hasta 2016.

Ese mismo año, Leonel y un grupo de altos dirigentes abandonaron el PLD y transformaron el pequeño Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD) en la actual Fuerza del Pueblo, que en las elecciones de 2020 obtuvo el 8.90 % de los votos, logrando la categoría de partido mayoritario.

El PRM puede considerarse una organización exitosa: en menos de una década ha ganado dos períodos consecutivos de gobierno.

Pero, ¿podrá extenderse más allá de 2028 en el poder? ¿Superará su propia etapa de madurez, sin caer en la tentación de la división, o terminará confirmando que en la política dominicana la ruptura no es un accidente, sino parte de su ADN?

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José Miguel de la Rosa

Egresado de la carrera de Comunicación Social, mención Periodismo, por la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA). Posee diplomados en comunicación política, periodismo de datos, periodismo digital, entre otros. Cuenta con más de 13 años de experiencia en el ejercicio periodístico, co...

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