Según el ranking de digitalización del sector bancario dominicano, durante este año 2022 el uso de las vías tecnológicas remotas para realizar operaciones bancarias ha tenido un incremento de 34 por ciento.
La digitalización no es nueva en el sistema financiero.

El incremento en el uso de estas nuevas tecnologías para realizar operaciones que solían hacerse de manera presencial, en cambio, si lo es.

Y esta tendencia debe de tener una explicación en dos razones principales: una, el empuje dado por las restricciones impuestas para evitar la transmisión del Covid-19 en los momentos más fuertes de la pandemia, y otra, al desarrollo en las entidades financieras del sector tecnológico.

Desde luego, esto tiene otras dos implicaciones que ayudan a entender, si no el incremento en el uso de herramientas de las nuevas tecnologías, el aumento hasta el punto de alcanzar un 34 por ciento de incremento a lo largo de un año que todavía no termina.

Es el de las destrezas digitales y la confianza en las denominadas “aplicaciones” para manejar un bien como el dinero.

Las empresas financieras, de mantenerse esta tendencia, no sólo tendrán cada vez menos empleados en las oficinas físicas, también menos clientes personales.
Los riesgos ahora serán de otro tipo.