La audiencia y los medios como intermediarios

La interacción audiencias-audiencias: los medios como intermediarios en la información

La interacción audiencias-audiencias: los medios como intermediarios en la información

Miguel Otañez

El fenómeno de interacción audiencias-audiencias se refiere a una transformación profunda en la comunicación donde los individuos, en lugar de interactuar únicamente con los medios, ahora se relacionan directamente entre ellos. Este cambio ha sido impulsado esencialmente por la Era de la comunicación 2.0: las redes sociales y las plataformas digitales, donde las personas pueden comentar, compartir y discutir contenidos sin la mediación directa de los medios de comunicación tradicionales.

Este producto de la referida Era ha modificado el papel de los medios, los cuales solían actuar como el principal puente entre la información y la audiencia. En la interacción audiencias-audiencias, el flujo de información ya no es unilateral; ahora, las personas crean y distribuyen contenido, compartiendo sus perspectivas y experiencias en tiempo real. Esta dinámica elimina, en parte, la necesidad de los medios como intermediarios exclusivos de la información y fomenta un entorno de comunicación mucho más horizontal, lo cual no es del todo sano, pero tampoco deja de tener sus ángulos buenos.

Lo malo y lo bueno

La interacción audiencias-audiencias puede tener efectos tanto positivos como negativos. Entre los aspectos positivos, destaca la democratización de la información y la posibilidad de que voces antes marginadas ahora puedan ser escuchadas. Los usuarios pueden construir comunidades en torno a temas de interés común, compartir puntos de vista diversos y debatir sin limitaciones geográficas.

Sin embargo, este fenómeno también plantea desafíos. La falta de una verificación rigurosa en estas interacciones puede contribuir a la propagación de noticias falsas, desinformación y rumores. Además, la tendencia de las personas a agruparse en cámaras de eco digitales fortalece los sesgos de confirmación y reduce la exposición a puntos de vista contrarios, generando polarización.

Lo padecemos muy profundo

Si es cierto que entramos a vivir a un mundo multipolar, es igual de verdadero que este fenómeno de la interacción audiencias-audiencias ha servido, además, para crear más burbujas mediáticas, reforzar los sesgos de confirmación y otros efectos que cristalizan más las opiniones de los diferentes polos, no siempre informados de forma correcta, completa y con acceso consciente a una diversidad de fuentes de información con la que no comulgan, pero que les ayuda a entender que el horizonte no termina donde llega su mirada.

En ese contexto, para aprovechar todo el potencial de la interacción audiencias-audiencias, es clave desarrollar habilidades de pensamiento crítico y fomentar la responsabilidad en el intercambio de información. Esto permitirá crear un ecosistema digital donde la comunicación entre personas enriquezca el debate público y complemente el papel de los medios, en lugar de sustituirlo completamente.