Se hicieron los cambios militares mandatorios el 16 de agosto y no hubo estridencia. Los salientes asumieron su retirada del puesto y los nuevos designados no generaron ruidos.

Como se sospechaba, el ministro de Defensa continua en el cargo más allá del segundo año, pues esa posición no está supeditada a un tiempo máximo como sí ocurre con los comandantes generales.

No es un jefe de estado mayor, como lo son los jefes de armas, sino que es un ministro regido por la misma norma que rige la designación de otros ministros.

Se está a la espera, ahora, de nuevos ascensos, especialmente los correspondientes a oficiales superiores y oficiales generales, así como pensiones y puestas en retiro. Lo cierto es que todo ha ocurrido sin mayores ruidos y los serruchos han sido discretos.

Expediente en movimiento
Desde hace mucho se viene hablando de un nuevo expediente judicial en el que se involucra a figuras de la anterior administración.

Las oficinas de Yeni Berenice y Wilson Camacho han vuelto a trabajar tiempo extra. Hasta ahora les han tocado varios casos complejos, incluyendo los que aún no han sido procesados.

Especialistas norteamericanos han prestado ciertas “asesorías” para que técnicos dominicanos puedan seguir el rastro del dinero, mucho del cual ha llegado a territorio insular estadounidense.

El trabajo para los fiscales dominicanos se complica porque tienen que atender de manera simultánea la corrupción y el crimen organizado.