Compartir:
Jamie Baker canjeó su raqueta de tenis por un empleo en el Banco Santander SA, el banco más grande de España, en 2013 después de pasar años sobreviviendo como profesional itinerante. Baker, ex No.2 británico que creció en Escocia y jugó junto a Murray, campeón del Abierto de los Estados Unidos 2012 y Wimbledon 2013, no es el único.
Ante la ausencia de premios en efectivo en las filas inferiores y con el costo anual de jugar tenis profesional en 143 mil dólares, según un estudio de 2010 realizado por la Asociación de Tenis estadounidense, algunos ex jugadores terminan en Wall Street antes de cumplir los 30 años.