Además de ser un perfecto diurético, la sandía es rica en antioxidantes, vitaminas y minerales muy beneficiosos para el corazón y para evitar la aparición de enfermedades.
La sandía es esa fruta fresca y siempre apetecible, de exquisito tono carmesí, que estalla en agradable dulzura en la boca, nombrada por los expertos en nutrición como “la fruta que es buena para todo”.
Y desde luego es así, recientes estudios han confirmado, por ejemplo, que es perfecta en estados de cansancio o debilidad, que su aporte es ideal cuando nos duelen los músculos e incluso para recuperarnos después de un gran esfuerzo físico o de practicar deporte.
Es pues una pieza idónea para incluir en tu dieta diaria, no solo es buena para la salud, es refrescante y sabrosa.
El agua es el protagonista
La sandía es la fruta que más agua contiene, casi un 93 %, y es habitual que se la utilice en las dietas para perder peso. Es adecuada, sí, pero posee otros muchos principios que la hacen adecuada para muchas más cosas. Contiene vitaminas, minerales, hidratos de carbono.
Su composición a base de L-citrulina ayuda a relajar los vasos capilares y metaboliza arginina, lo cual es muy positivo para el corazón y la hipertensión.
Ideal para prevenir el envejecimiento y mantener en estado óptimo de los tejidos.
Su alto contenido en fibra es ideal para eliminar elementos tóxicos del organismo y limpiar los intestinos.
Puede parecer sorprendente, pero la sandía, es ideal para la disfunción eréctil.
Brochetas de jamón, melón y sandia
Ingredientes
Un cuarto de sandía
La mitad de un melón
De 6 a 8 lonchas de jamón
Preparación:
Haga círculos de sandía.
Cortar la pulpa del melón en cuadritos un poco más pequeños. Cortar el jamón en tiras finas. Coloque un cuadro de sandía, un cuadro de melón, agregar una tira de jamón y asegurar con un palillo.
