Los fundadores, un equipo seleccionado por Molina Morillo

SANTO DOMINGO.- Rafael Molina Morillo llegó a la redacción de la revista Ahora, en ese entonces ubicada en la Plaza Metropolitana, y convocó a su oficina al entonces jefe de redacción José P. Monegro.

“Pepín Corripio nos encomendó preparar un proyecto de periódico gratuito del Grupo Corripio y lo haremos con este mismo equipo”, expresó de manera determinante sin dejar dudas de que había asumido el compromiso.

Ese fue el punto de partida para lo que 23 años después se mantiene como un periódico de circulación
profusa y de amplia penetración que se ha ganado un espacio en el mundo periodístico dominicana.

Molina Morillo fue el motor para armar un grupo que asumió la responsabilidad de preparar un proyecto periodístico que saldría a la luz en pocas semanas.

Le encomendó la tarea de hacer el diseño al dominicano Humberto Martínez.

En un proceso poco usual, el equipo de redacción empezó a agruparse con solos dos semanas
de antelación. No era algo que preocupara porque con la mayoría de ellos ya Molina y Monegro habían trabajado juntos en otros proyectos periodísticos.

Molina Morillo tenía por norma que la redacción debía funcionar como una familia para hacer un trabajo profesional, donde cada uno se interesara por el otro y que compartieran la meta de producir un producto periodístico de calidad.

“Será un periódico gratuito, pero tenemos que hacerlo pensando en que a la gente le guste tanto que esté dispuesto a comprarlo de ser necesario”, repetía con frecuencia.

De ese grupo inicial aún quedan en la redacción una parte importante que son la memoria del periódico y no dejan de ser guardianes de su mística.

En la redacción de EL DÍA están desde el día uno el hoy director José P. Monegro, quien empezó como subdirector del periódico, los editores Franklin Puello, Fausto Polanco, Laddy Reyes y Hugo López Morrobel; los reporteros Cristina Liriano y Juan Mercado, el diseñador Carlos de Vargas y el chofer Manuel Beltré. José Luis Corripio Estrada puso su confianza en ese equipo para fundar un periódico en
momentos en que la competencia de los medios periodísticos escritos libraban una fiera competencia.

El doctor Molina Morillo dirigió el periódico hasta el momento de su fallecimiento en 2017, a tal punto de que aquel domingo en que empredió su viaje a “la habitación de al lado”, tenía pendiente escribir su columna que saldría el lunes.

La mañana de ese domingo, la redacción se enteró de la muerte del director del Periódico cuando el subdirector José P. Monegro llamó a la casa para preguntarle a la hora en que enviaría su columna.
Doña Francia Espaillat, su compañera de vida, tomó el teléfono y entre llantos dijo: “Rafelito no despertó. Ha muerto”.