
PARÍS, Francia.-Las confesiones de Chuck Blazer, los misteriosos 10 millones de dólares de Sudáfrica, el arreglo de 5 millones de dólares para que Irlanda olvidara la mano de Thierry Henry: poco a poco se van conociendo los métodos de la FIFA en los últimos años, pero todavía queda mucho por saber.
Entre lo que podría salir a la luz en breve, nuevas informaciones que podría facilitar el polémico expresidente de la Concacaf Jack Warner, el contenido del 'informe Garcia' sobre si hubo corrupción en el proceso de atribución de los Mundiales de 2018 y 2022 a Rusia y Catar, o incluso el salario del presidente dimisionario de la FIFA, Joseph Blatter.
Prácticas en la sombra
"A partir de 2004 y hasta 2011, yo y otros miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA aceptamos sobornos para la designación de Sudáfrica como país organizador del Mundial de 2010″: la confesión de Chuck Blazer, exalto cargo de la FIFA, hecha pública esta semana, habla por sí sola.
La justicia estadounidense sospecha que el trinitense Jack Warner, entonces presidente de la Concacaf (Confederación de America del Norte, Central y caribe), se embolsó 10 millones de dólares a cambio de tres votos en favor de Sudáfrica.
La nación arcoiris reconoció que la suma fue dirigida al fútbol caribeño por fraternidad panafricana, pero negó cualquier corrupción. El semanario sudafricano Mail&Guardian explicó este viernes que la donación fue aprobada desde las más altas instancias del Estado.
¿Cobrará el asunto ahora una relevancia más política? No tiene que ver con el escándalo actual que sacude la FIFA, pero esta semana también se conoció que la Federación Internacional pagó a la Irlandesa para que no acudiera a los tribunales despues de la clasificación de Francia sobre los irlandeses en un repechaje para el Mundial-2010, gracias a un tanto que vino precedido de una clara mano de Thierry Henry.
