Elisa Pugliese, left, and Keegan-Michael Key attend the Governors Ball for the 68th Primetime Emmy Awards on Sunday, Sept. 18, 2016, at the Microsoft Theater in Los Angeles. (Photo by Richard Shotwell/Invision/AP)
Los Ángeles.– Pocos meses después de los controvertidos Óscar “So White” (“tan blancos») en los que no hubo actores negros nominados, los Emmy le metieron anoche un gol por la escuadra a sus hermanos del cine con una ceremonia que celebró la diversidad racial y sexual de Estados Unidos.
Aunque los titulares se los llevó “Game of Thrones”, que con los 12 Emmy que ganó ayer alcanzó los 38 en total y superó a “Frasier» como la serie más galardonada de la historia de estos premios, los reconocimientos más importantes de la industria televisiva honraron también a programas en los que las mujeres, los negros y la comunidad LGBT tienen un peso fundamental.
“En Hollywood, lo único que valoramos más que la diversidad es felicitarnos a nosotros mismos sobre cuánto valoramos la diversidad”, dijo, con tono mordaz el presentador de la 68 edición de los Emmy, Jimmy Kimmel.
“Los Emmy son tan diversos este año que los Óscar están diciendo por ahí que somos uno de sus amigos más cercanos”, añadió.
Al margen de chistes, los Emmy demostraron que la televisión tiene más reflejos que el cine a la hora de captar la realidad social, por ejemplo en cuanto a la representación de la población negra.
Courtney B. Vance (mejor actor de miniserie), Sterling K. Brown (mejor intérprete secundario de miniserie) y Regina King (mejor actriz de reparto de miniserie) se proclamaron vencedores en una gala en la que “The People v O.J. Simpson”, una serie con un notable componente racial, salió por la puerta grande con nueve premios en total.
La comunidad LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) también vivió una gran velada gracias a “Transparent”, la serie protagonizada por Jeffrey Tambor acerca de una mujer transexual.
“No voy a decir esto de una manera bonita, pero productores, dueños de cadenas, agentes, mentes creativas, por favor, den una oportunidad al talento transgénero, denles audiciones, denles sus historias”, dijo Tambor, que se llevó por segundo año seguido el Emmy al mejor intérprete cómico.
Jill Soloway, creadora de “Transparent” y que este domingo ganó la mejor dirección por una serie cómica, también dedicó unas contundentes palabras a “detener la violencia” contra los transgénero y a “derrocar al patriarcado».
Por otro lado, la triunfadora del Emmy a la mejor actriz de serie dramática, Tatiana Maslany (“Orphan Black»), dijo sentirse afortunada de participar en una producción en la que las mujeres “están en el centro».
Otro que rindió homenaje a la diferencia fue Rami Malek, el protagonista de “Mr. Robot” y ganador del Emmy al mejor actor dramático por su caracterización de un pirata informático taciturno y con problemas de ansiedad.
“Interpreto a un joven que está, como muchos de nosotros, profundamente alienado. Y desafortunadamente no estoy seguro de cuántos de nosotros querrían juntarse con un chico como Elliot.
Pero estoy aquí para honrar a ‘los Elliots’”, dijo Malek. En la rueda de prensa posterior, recordó que proviene de una familia trabajadora de inmigrantes de origen egipcio.
“Solo quiero que todos, sin importar cómo crecieron o el nivel socioeconómico en el que nacieron, tengan una oportunidad, que no se vean reprimidos en esta época y en este mundo”, afirmó.
Alan Yang, que obtuvo el Emmy al mejor guión cómico por “Master of None” junto a Aziz Ansari, también reivindicó sus raíces y cargó contra su escasa visibilidad en la pantalla. “Hay 17 millones de asiático-estadounidenses en este país y hay 17 millones de italo-estadounidenses.
Ellos tienen ‘The Godfather’, ‘Goodfellas’, ‘Rocky’, ‘The Sopranos’ y nosotros a ‘Long Duk Dong’”, dijo en referencia al personaje de Gedde Watanabe en la película “Sixteen Candles” (1984).
Por su parte, Ansari, de origen hindú, lanzó un par de dardos al candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, cuya agresiva retórica sobre los inmigrantes no pasó desapercibida en la gala.
“Después de una reflexión minuciosa, he decidido apoyar a Trump. Y por eso recomiendo que nos libremos de todos los musulmanes e hispanos de esta ceremonia inmediatamente. Esto sería mucho más fácil si estuviéramos en los Óscar”, ironizó Ansari, antes de pedir a la actriz latina America Ferrara que abandonara el teatro, pese a su “buen intento” de engañar a la gente haciéndose llamar América.
No obstante, a los Emmy les faltó la guinda ideal para su edición más diversa, ya que entre los nominados no hubo ni un solo artista latino, pese a prometedores aspirantes como el brasileño Wagner Moura (“Narcos»), el mexicano Gael García Bernal (“Mozart in the Jungle»), la actriz de origen puertorriqueño Gina Rodríguez (“Jane the Virgin») o el guatemalteco Óscar Isaac (“Show Me a Hero»).