Los embarazos en las adolescentes

Los embarazos en las adolescentes

Los embarazos en las adolescentes

Las razones por las que está en las calles una parte de los varones adolescentes, o que apenas han alcanzado la mayoría de edad, deben ser las mismas causantes de los altos niveles de embarazos en adolescentes, hogares desechos o familias monoparentales sin un nivel apropiado de conciencia sobre sus implicaciones.

Para hacerse una idea de los efectos sociales de un alto número de varones dedicados a la delincuencia callejera, a ciertas formas de la mendicidad verificable en los semáforos de las grandes ciudades o a las apuestas en el “pintintín” de colmados y otros pequeños establecimientos, hay que salir a ver lo que ocurre en las calles o rebuscar en las estadísticas de la violencia y el delito.

A primera vista puede parecer un desatino colocar, si no juntos, en una condición de paralelismo el embarazo en las adolescentes o jóvenes que apenas han superado esta condición y a los varones de la calle, pero no lo es. Unas y otros suelen ser víctimas de la misma condición.

Pero está más al alcance de la administración contar a las adolescentes con un embarazo, con hijos o con abortos, que a las bajas causadas por la violencia misma o por los procedimientos utilizados para combatirla.

Enfrentar estas dos formas de la desviación en las comunidades es igual de difícil, inclusive en países con tradición de asistencia a cargo de especialistas y presupuestos para el caso.

En lugar aparte de esta edición de EL DÍA damos a la publicidad estadísticas y valoraciones sobre el embarazo en las adolescentes, que según la Oficina Nacional de Estadísticas ha disminuido desde 2020. ¿Qué ha pasado?
¿Tenemos políticas públicas efectivas para



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