Electricité de France SA opera los 58 reactores nucleares que hay en el país, lo que hace que Francia sea la nación más dependiente de la energía atómica del mundo.
Luego de la fusión de 2011 en Fukushima, el organismo de regulación nuclear francés organizó pruebas de resistencia para determinar qué nivel de respuesta tenían las instalaciones en el caso de un accidente grave.
Problemas de seguridad como amenazas terroristas y caída de aviones quedaron al margen del ejercicio.
“Los drones pueden afectar las defensas usadas para proteger las plantas nucleares de un sabotaje”, dijo por correo electrónico Dave Lochbaum, director del proyecto de seguridad nuclear en la Unión de Científicos Preocupados, un grupo de Cambridge, Massachusetts. “Pueden contribuir a un ataque con daños a las redes de energía”.