Santo Domingo.-En “shock” todavía están muchos pobladores del gran Santo Domingo ante las muertes de personas, los desbordamientos de cañadas, inundaciones, derrumbes y deslizamientos, entre otras situaciones que provocaron las torrenciales lluvias del pasado sábado.
“Estoy depresiva”, son las primeras palabras de Ana Yesenia Valdez, quien casi sollozando, narró que perdió todo en su salón de belleza. Ella, al igual que otros vecinos del sector de Los Ríos en el Distrito Nacional, estaban atónitos por la magnitud de los daños que ocasionaron las lluvias.
Sentada en la puerta del destruido negocio, dijo que esperaba a sus hijos para ver que artículos podían rescatar.
“Aquí trabajamos mi hija y yo. Ella tiene un centro de uñas. Y yo en el salón, pero todo se nos dañó, todo”, dijo Valdez.
Los lugareños, con escoba en manos, barrían los escombros y basura que el agua había arrastrado hacia las casas. Al mismo tiempo, aprovechaban para ver qué podían salvar de sus ajuares, que en la mayoría de los casos estaban cubiertos de lodo o simplemente estaban enchumbados.
Esperando el sol
En otras calles del municipio de Santo Domingo Oeste, también se observaban colchones, muebles, calles dañadas y diversos negocios se vieron afectados, ya que, el desbordamiento de la cañada Arroyo Seco en La 800, cubrió la mayoría de las viviendas hasta el primer nivel.
Ante esta situación, algunos optaron por irse a casas de familiares mientras que otros se refugiaron en apartamentos de vecinos que viven en un segundo o tercer piso, pero aquellos también estuvieron preocupados, porque el agua seguía subiendo.
Confesor Cabrera y Samuel Díaz, ambos dirigentes comunitarios, explicaron que pasado el medio día de ayer ninguna autoridad había pasado a realizar una evaluación de los daños.
“Solo la CAASD ha mandado camiones de agua”, puntualiza Confesor.
Mientras que otros estaban comprando camiones de agua para abastecerse del liquido y poder iniciar con la limpieza.
Los callejones Santa Lucía, de Ðios, de Puerto Rico y El Caliche, son tan solo algunas de las áreas afectadas, indicaron los comunitarios.
Virginia Arráez, una residente de Manoguayabo, narró que en el momento que el agua penetró al primer piso de la vivienda se quedó petrificada y fue su esposo, Ignacio Lebrón, quien tomó a sus hijas y las pasó a los vecinos.
“Pasamos por los techos a las otras casas para salvarnos. Un vecino me gritaba desesperado que levantara los pies para poder cruzar de un edificio a otro”, dijo la mujer con lágrimas en los ojos.
Mucha agua
Alex Morillo, dirigente comunitario del sector La Rivera del Ozama que casi colinda con La Javilla, en Los Tres Brazos, de Santo Domingo Este, solicitó a las autoridades que les envíen agua, comida y hasta pañales, ya que las casas todavía estaban anegadas.
Sandy Acosta, lleva más de diez años viviendo a la orilla del río y relató que se enteró que su casa se estaba inundada porque la llamaron.
“Tuve que subir lo poco que salvé. Pero se me dañó el colchón y la estufa. También tengo una vecina que lo perdió todo. Mi hija, Xiomara Tejada también lo perdió todo. Yo amanecí donde unos vecinos que me socorrieron. Queremos que nos desalojen, que nos den alguna ayuda”, contó la señora.
Más temprano la alcaldesa Carolina Mejía estuvo haciendo un recorrido en el Distrito Nacional y sus zonas afectadas. También, el alcalde Carlos Guzmán, de Santo Domingo Norte, dijo que auxiliaría los afectados de esa área.