JERUSALEN.-Del Monte de los Olivos a la basílica del Santo Sepulcro, de Belén a Nazaret, multitudes de cristianos de Oriente y de Occidente celebraron el domingo «con la misma voz» la resurrección de Cristo en las iglesias y monasterios de Tierra Santa.
Este año, la Pascua del rito latino (católica) y la ortodoxa se celebran simultáneamente, en tanto las festividades de la Pascua judía prosiguen hasta el lunes por la tarde.
«Este año, nuestra alegría es doble. Todos nosotros, pastores y fieles de las diferentes iglesias, celebramos Pascua el mismo día y en el mismo lugar. Con la misma voz», declaró el patriarca latino de Jerusalén, monseñor Fuad Twal, durante la misa del Domingo de Resurrección celebrada en la basílica del Santo Sepulcro. «Quizá a algunos les perturbe el entrelazamiento de plegarias y cantos que se elevan en el mismo momento en diferentes ritos.
Y sin embargo, vivida en la fe, esta aparente cacofonía puede convertirse en una sinfonía que expresa nuestra unidad en la fe y en la alegría de la celebración de la victoria del Señor sobre el mal y la muerte», dijo. La tradición sitúa en el Santo Sepulcro los últimos episodios de la pasión de Cristo, su crucifixión, su entierro y su resurrección.
Las celebraciones en la basílica del Santo Sepulcro son organizadas minuciosamente para evitar fricciones entre las diferentes comunidades cristianas (ortodoxa griega, católica romana, apostólica armenia, copta, ortodoxa siríaca y ortodoxa etiope), que se reparten los espacios de la basílica.
«Hoy más que nunca, necesitamos esperanza y una fuerza especial para vencer el mal que está en nosotros y alrededor de nosotros (…) Hoy más que nunca, necesitamos una vida de esperanza en medio de tanta violencia, de efusión de sangre y de divisiones étnicas y religiosas», agregó monseñor Twal, el más alto prelado católico en Tierra Santa.
En Roma, en su mensaje «urbi et orbi» pronunciado en la basílica de San Pedro del Vaticano, el papa Benedicto XVI exhortó a la paz y a la concordia en Oriente Medio, especialmente en Tierra Santa.
Desde el comienzo de la Semana Santa, las fuerzas de seguridad israelíes reforzaron su presencia en la Ciudad Vieja de Jerusalén y alrededor de los lugares sagrados, situados en la parte oriental de la ciudad. Las fiestas de Pascua, que hasta el presente no dieron ocasión a incidentes importantes, se desarrollan en un clima tenso a raíz de la voluntad del gobierno israelí de proseguir la colonización en Jerusalén Este, de población mayoritariamente árabe y cuya anexión por Israel en 1968 no es reconocida por la comunidad internacional.
