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Los chinos: de humildes locales para pica pollo a imponentes plazas comerciales

Awilda Cuello Por Awilda Cuello
Los chinos: de humildes locales para pica pollo a imponentes plazas comerciales
Comercio Mi gusto en Villa Mella, uno de los más concurridos en la zona. Fotos: Elieser Tapia.

SANTO DOMINGO.- La presencia de comercios de capital chino en República Dominicana ha traspasado los límites de la emblemática avenida Duarte y el tradicional barrio chino, expandiéndose rápidamente por todo el territorio nacional. Lo que comenzó con pequeños establecimientos dedicados a la venta de humildes «pica pollo” ha evolucionado hasta convertirse en grandes plazas comerciales que dominan diversos sectores del mercado local.

Actualmente, estos comercios han diversificado su oferta, abarcando desde ropa y calzado hasta electrodomésticos, muebles, productos de ferretería, juguetes, cosméticos y utensilios del hogar en general. Este crecimiento no solo ha transformado el paisaje comercial de la capital, sino que también ha alterado el perfil de los centros comerciales a nivel nacional.

Aunque inicialmente estos grandes negocios chinos se concentraron en los grandes municipios del Gran Santo Domingo, hoy ha dejado de ser una exclusividad de la capital, extendiéndose a casi todas las provincias. En muchos casos, estos establecimientos han incorporado supermercados de gran tamaño que ocupan varias plantas, adaptándose a las necesidades del mercado local. Además, los empresarios chinos han comenzado a alquilar de sus espacios a comerciantes dominicanos, lo que ha dado lugar a nuevas dinámicas laborales y comerciales en el país.

Variedad y buen precio

«Si no lo tienen los chinos, no lo busques, que no está en el país», esta es una frase que comúnmente se escucha entre la gente a la hora de comprar algún objeto o prenda de vestir, haciendo alusión a que en las tiendas chinas se encuentra de todo.

Gisel Brazobán, una joven que reside en Villa Mella, al ser consultada mientras salía de comprar en una de estas tiendas expresó que va detrás de los buenos precios que ofrecen, aunque la calidad no sea la mejor.

«Yo compro en las tiendas chinas porque tienen una gran variedad de productos y venden barato. Una ropa que en una tienda de marca o de esas caras te cuesta un dineral, aquí la encuentro por muuuucho menos, aunque sé que la calidad no es la misma, pero el precio es bueno», dijo entre risas mientras sostenía una bolsa con ropa y zapatos adquiridos en «Mi Gusto.

Brazobán refleja la tendencia creciente de consumidores que buscan alternativas más asequibles sin importar tanto la calidad.

El fenómeno de los comercios chinos ha crecido de manera exponencial, especialmente en los municipios de Santo Domingo Norte y Santo Domingo Este.

En un recorrido realizado por El Día, se constató que en Santo Domingo Norte operan al menos 10 establecimientos chinos, que emplean a más de 15 personas. Entre los comercios más populares de la zona se encuentran Mi Gusto, Yoma, Shopping Center New World, Tina Mall y Alimama. Además, en esta misma área, destaca «Cariñoso», un negocio especializado en cerámicas.

En tanto, en Santo Domingo Este se encuentran tiendas como Primavera, Arino Fashion, Mi Gusto, La Rocca, Central Deport, Central Park y Corner Store, entre otras.

Más allá de las cabañas…

Los empresarios chinos también han incursionado en otros sectores, como el de las cabañas en diversas zonas del país, como la autopista San Isidro, 30 de mayo y Santo Domingo Norte, solo por mencionar algunas demarcaciones.

De acuerdo con la Federación Dominicana de Comerciantes (FDC), el número de establecimientos de capital chino ha aumentado de manera significativa en los últimos años, con más de mil comercios distribuidos por todo el país, incluidos puntos clave de la capital. Este auge ha generado inquietud entre los comerciantes locales, quienes sienten que la competencia está afectando su rentabilidad.

Uno de los comercios chinos más grandes en Santo Domingo Este. Elieser Tapia

Los importadores dominicanos han señalado que, aunque apoyan la inversión extranjera, consideran que esta debe realizarse bajo las mismas condiciones que los negocios nacionales.

Baja en comercios locales

En un recorrido por las tradicionales tiendas de la avenida Duarte, era notable la disminución en el flujo de clientes en los comercios locales, en comparación con el éxito que siguen registrando los establecimientos chinos, que continúan atrayendo a un gran número de compradores.

Dalia Disla, propietaria de una tienda de ropa en esta zona, manifestó su frustración: «Las ventas han caído considerablemente desde que los chinos aumentaron en esta área. Mantengo mi negocio porque vivo de lo poco que entra, pero realmente no es rentable. Ellos venden productos hasta 200, 400 pesos menos que uno y cuidao’, y eso es lo que atrae a los clientes».

A juicio de Disla este aumento exponencial de los comercios chinos se debe a las «facilidades» que tienen para establecerse en el país.

«Es que ellos (los chinos) alquilan locales comerciales sin invertir en propiedades, no emiten facturas con comprobantes fiscales, la gran mayoría de sus empleados son haitianos indocumentados y generalmente terminan los contratos con los pocos empleados dominicanos que tienen antes de cumplir los tres meses de prueba, así cualquiera crece», expresó la mujer quien tuvo que reducir de 15 a 10 sus empleados por la caída de las ventas.

El fenómeno de la inversión china: Una visión global

En las últimas décadas, el crecimiento económico de China ha sido sostenido, consolidándose como la segunda economía más grande del mundo, solo por debajo de Estados Unidos. Esto le ha permitido invertir en diferentes, incluyendo República Dominicana.

Lo cierto es que mientras los comerciantes dominicanos perciben a los chinos como una competencia desleal, los consumidores ven en estos últimos una oportunidad para adquirir productos a precios más bajos.

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Awilda Cuello

Periodista dominicana, con experiencia en prensa escrita y digital.

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