Los chinos ricos vienen transfiriendo desde hace años dinero por valor de miles de millones al exterior. Las normas cambiarias de China limitan a 50,000 dólares por año el monto máximo de yuanes que los individuos pueden convertir y les prohíben transferir la moneda al exterior directamente.
Los diseñadores de la política han adoptado medidas en los últimos años, entre otras permitir movimientos más libres de capital hacia y desde China, en tanto se proponen reforzar la estatura global del yuan que todavía no es totalmente convertible.
El programa constituye otra señal de que China está probando métodos para permitir flujos de salida de yuanes previo a la convertibilidad plena, dijo por teléfono May Yan, analista de Barclays Plc. con sede en Hong Kong.
Los diseñadores de la política vienen anunciando ese objetivo desde los años 1990, y constituye un paso hacia los planes manifestados de transformar a Shanghái en una capital financiera mundial para 2020.