Los celos (2 de 2)

Los celos (2 de 2)

Los celos (2 de 2)

Dra. Amalfis Núñez

Diferentes pasajes de la Biblia ya marcan los celos al referir que Dios es celoso, entre ellas: la historia de José, y la de Caín y Abel.

Los celos como respuesta emocional al miedo y como señal de alarma de la existencia de un peligro, se acompañan de intensas sensaciones que son dolorosas y provocan mucho malestar.

No deben reprimirse, sino buscarle soluciones trabajando la raíz de este sentimiento tan angustiante.

Estudios han arrojado que entre las raíces de los celos se encuentran trastornos emocionales y de personalidad como la inseguridad, el apego, la dependencia emocional, desequilibrio en la autoestima, miedo a ser abandonado y a la soledad.

Muchas relaciones amorosas son finalizadas por los celos, ya que generalmente no se asumen como una dificultad o problema y menos se busca ayuda profesional para trabajar las situaciones que están detrás de esta conducta celosa.

La infelicidad que provocan los celos es enorme y genera cada vez más ese sentimiento de devaluación personal que hace que se dependa de la persona objeto de los celos.

Así como hablamos de gestionar emociones también los celos deben resolverse. Las historias, canciones y poemas en las que se refieren a los celos, normalizan este sentimiento y no motivan a que se trate con especialistas.

La psicología evolutiva habla de que si se suprimen los celos, se quedan latentes y son peligrosos. Por lo que se deben identificar, procesar, gestionar y trabajar con un especialista en salud mental.

No amo sanamente, si celo.
No me amas sanamente, si me celas.



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