Las más recientes designaciones en las esferas militares postergarán muchas de las aspiraciones, pero llevan tranquilidad a los cuarteles, al menos durante los próximos dos años.

Aunque cada designación sale de la voluntad del Presidente de la República, en lo relativo a lo militar el mandatario se lleva de consejos y del instinto.

La ratificación del general Rubén Paulino Sem como ministro de las Fuerzas Armadas no era necesaria, pues con solo no destituirlo era suficiente, pero el presidente Danilo Medina quiso enviar un mensaje para que se supiera que la intención era dejarlo dos años más para frenar las aspiraciones y los serruchos.

En ese caso particular la decisión fue tomada “in péctore” por el propio Presidente.

Con los demás jefes militares la designación sí era mandatoria, porque la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas indica que os Comandantes Generales duran en el mando solo dos años.

En muchos de esos casos el Presidente de la República escuchó consejos y leyó currículum.

Pesaron ambas cosas para la toma de decisión, pero hubo saltos que a primera vista parecen sorprender, pero cuando se buscan los padrinos se comprenden muchas cosas.