LA PAZ, BOLIVIA.-Las elecciones generales en Bolivia transcurrieron ayer con tranquilidad y con gran afluencia de votantes en medio de las medidas de bioseguridad, tras una campaña electoral que evidenció la profunda polarización que aún se vive en el país desde que se anularon los comicios de hace un año.
A diferencia de 2019, cuando los bolivianos acudieron a las urnas en un clima de crispación política y tras protestas ante lo que se temía que ocurriría, el presunto fraude y la cuestionada candidatura del entonces presidente Evo Morales, hoy el país reporta a media jornada un parte de calma y sin incidentes.
La presidenta interina Jeanine Áñez animó a los bolivianos a acudir a las urnas y garantizó que unos 35.000 policías y militares que han sido desplegados a lo largo del país vigilarán el desarrollo de las elecciones generales, en las que se elegirá al presidente y vicepresidente y se renovará el Legislativo para el próximo quinquenio.
En algunas zonas rurales de Bolivia se reportaron tumultos, embotellamientos y largas filas de votantes sin que se respetaran las medidas de bioseguridad, por lo que las autoridades se vieron desbordadas.
Los comicios de ayer fueron calificados de “históricos” ante la ausencia por primera vez en 18 años de Evo Morales como candidato a presidente, quien desde hace casi un año vive en Buenos Aires y ejerce como jefe de campaña de su partido el Movimiento al Socialismo (MAS).
En unas breves declaraciones este domingo en el centro de cómputo montado por el MAS en Buenos Aires, Evo Morales celebró el “espíritu democrático y pacífico” de la jornada. Y planteó que su prioridad “es exclusivamente la recuperación de la democracia”.
Situación del voto
— Balance
En el día de ayer había 7,3 millones de bolivianos habilitados para sufragar, de los cuales 301.631 están censados para que votaran en el exterior y un 47 % de ellos podía sufragar en Argentina.