Los abrazos benefician seriamente tu salud emocional

Los abrazos benefician seriamente tu salud emocional

Los abrazos benefician seriamente tu salud emocional

Los abrazos son, por encima de todo, ese tipo de comunicación no verbal que todos deberíamos poner más en práctica con nuestros seres más cercanos.

Y es que, sin duda, benefician seriamente nuestra salud emocional.

Ahora bien, algo que resulta interesante recordar es que estamos ante el gesto más extendido de todo el mundo, ese que no sabe de idiomas, culturas o religiones y que trasciende incluso a nuestra propia especie.

También los animales entienden de abrazos o, más que de abrazos, de esa cercanía piel con piel donde sentir el calor de otro miembro de su grupo social.

Algo tan básico confiere seguridad, cercanía y une lazos entre los distintos miembros.

Podríamos decir entonces, que el abrazo, entendido como proximidad física, es algo universal.

Y es que todos, en cierto modo, hablamos ese lenguaje emocional donde entendemos que estar cerca los unos de los otros, en ocasiones, resulta algo gratificante.

Veamos a continuación más aspectos con detalle:

1. La cercanía física como forma de crecimiento

abraza a tu pareja

El acto de abrazar tiene matices de algunas dimensiones que, sin duda, habremos experimentado personalmente alguna vez.

Los abrazos son significativos siempre y cuando vengan de parte de personas con las que tenemos un vínculo positivo y gratificante.

La cercanía física de un desconocido es vista a menudo como una amenaza.

Cuando abrazamos o nos abrazan se refuerza un lazo social, y algo tan básico y elemental supone una fuente muy saludable de crecimiento personal.

A pesar de que siempre valoremos nuestra independencia, nuestra capacidad para desenvolvernos por nosotros mismos y por disfrutar de nuestros instantes de soledad, nadie puede negar que estos gestos dotados de significado nos hacen sentir bien.

Al fin y al cabo, somos seres sociales, necesitamos de este tipo de lenguaje para sentir que formamos parte de alguien y algo: una familia, un grupo de amigos…

Lee también cómo controlar tus emociones

2. Nuestro cerebro necesita los abrazos, sobre todo en la primera infancia

Abrazo
Un niño que vive siendo abrazado y sintiendo desde su nacimiento el calor de sus padres crece con mayor madurez y equilibrio emocional.

No podemos olvidar que el cerebro madura de “dentro a fuera” y de “detrás hacia delante”.
¿Qué quiere decir esto? Que las estructuras cerebrales que van a requerir más atención en un recién nacido son aquellas relacionadas con las emociones.

Que un bebé no sienta miedo, que se sienta seguro en todo momento, además de amado, hace que estructuras como el hipocampo o la amígdala cerebral maduren sin la presencia de ese estrés asociado a la sensación de abandono.
Crecer en los brazos de mamá y papá desde los 0 hasta los 3 años es algo fundamental para su desarrollo emocional posterior.

3. Cuando no salen las palabras, que nos salven los abrazos

También tú lo habrás vivido en alguna ocasión, bien con la pareja, con un familiar o con algún amigo.

Hay instantes en que las emociones nos sobrepasan, estamos discutiendo con alguien a quien apreciamos y, a veces, acabamos diciendo algo sin querer, algo que hace daño y de lo que nos arrepentimos.
Son momentos en que no aplicamos adecuados filtros mentales y traducimos en palabras lo primero que nos viene a la cabeza, sin haberlo meditado antes.
Cuando somos conscientes de que las palabras ya no sirven y de que lo hemos estropeado en algún aspecto, hagamos uso de los abrazos, permitamos que ellos nos salven.

Descubre estas curiosidades sobre los besos que seguro no sabías

4. Todos sabemos abrazar, pero no siempre nos atrevemos

Son muchas las personas a quienes les gusta ser abrazadas pero no siempre tienen la iniciativa para darlos.

Tal vez por simple timidez, puede que por indecisión o porque no saben cómo romper el hielo para dar paso a esa cercanía donde juntar ambos corazones.

A la hora de abrazar, hay una regla sencilla: si te apetece, si lo necesitas y lo quieres, abraza. Aún más, no hay nada como dar, de media, unos cinco abrazos diarios.
Rodear con nuestros brazos de vez en cuando a nuestros padres, a la pareja, a los hijos y a esos amigos que a veces tienen un día difícil siempre ayuda, consuela, alegra el corazón y nos reconforta a todos.

5. Abrazar cuida de tu salud emocional

chimpance-abrazo
En el mundo animal los “abrazos” están muy presentes. No son como nosotros los entendemos muchas veces, no son un saludo, no sirven para despedirse de alguien cuando se va de viaje.

Los animales buscan la cercanía como unión y refuerzo de un lazo social.

También nosotros deberíamos hacer uso de ellos con este fin. De este modo, apagaríamos muchas dudas, reduciríamos el estrés y controlaríamos mucho mejor al ansiedad.

Un abrazo de la persona que queremos nos ayuda a estar más presentes, a disfrutar de ese aquí y ahora donde no caben las dudas.

En ese instante, solo existe la reafirmación de un vínculo, ahí donde las endorfinas y la oxitocina incrementan aún más la intensidad del momento.

Tomado de Mejor Con Salud



El Día

Periódico independiente.