El mutualismo ha jugado un rol fundamental en el desarrollo hipotecario del país, contribuyendo con el crecimiento urbano y asegurando uno de los sueños más preciados de los dominicanos: tener un techo.
Aunque se ha diversificado —para responder a la evolución de la demanda de servicios financieros— en 60 años la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos (APAP) ha sido capitana del mutualismo con enfoque en la vivienda.
Pese a que la banca múltiple hace años entró con fuerza al mercado hipotecario, la APAP se mantiene puntera, pues los créditos a ese nicho el pasado año representaron el 55.9 % de la cartera total.
Si al cierre de 2021 la cartera de créditos de APAP era de RD$61,300 millones, esto quiere decir que RD$34,266 millones fueron dirigidos al financiamiento hipotecario.
Este enfoque no ha distraído a APAP para crecer en aspectos como banca digital, banca empresarial, banca personal, pymes y otros nichos, con evidente control de riesgo.
La morosidad que registra es de apenas 1.4 % y la solvencia de 53.8 %, más de cinco veces superior al mínimo de 10 % establecido en la Ley Monetaria y Financiera.
APAP no es solo una entidad con éxitos en desempeño financiero, lo es también por sus programas de responsabilidad social y de sostenibilidad, centrados en apoyo al talento estudiantil, accesibilidad para personas que viven con discapacidad, inclusión, protección del medio ambiente y otras buenas prácticas.
Si hay algo que podemos aprender de APAP es que un banco debe ser en estos tiempos, más que un intermediario financiero, un ciudadano corporativo que acompaña al desarrollo de la sociedad en todas sus dimensiones.
Felicitamos a todo el equipo de la APAP, representado en la figura de su principal ejecutivo, Gustavo Ariza Pujals, por su buen desempeño durante todo este tiempo.