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Londres vigila extremistas

La ejecución del periodista estadounidense James Foley por una persona con acento inglés ha provocado una reflexión en el Reino Unido acerca de cómo y por qué el país se ha convertido en exportador de extremistas hacia Oriente Medio.

El primer ministro David Cameron prometió redoblar los esfuerzos para impedir que británicos radicalizados viajen a Irak y Siria para “involucrarse en el extremismo y la violencia”.

En el censo de 2011, el barrio Tower Hamlets, con unos 250,000 habitantes, que cubre la zona de Poplar, fue el único del Reino Unido donde más personas se identificaron como musulmanas que como cristianas.

La urbanización Will Crooks, un conjunto de edificios de cinco pisos, es típica en la zona por el hecho de albergar a mucha gente de Bangladesh. Un cartel en el centro local de juegos infantiles está escrito en inglés y, más abajo, en bengalí.

Se cree que entre 400 y 500 británicos están combatiendo en Siria e Irak, según un funcionario del gobierno. Hay 250 británicos que, se estima, han vuelto de Oriente Medio con adiestramiento y experiencia de combate.

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