Lo que haces te define

No sé por qué cada etapa de la vida viene acompañada de multitud de estereotipos, muchas veces usados como excusa y, otras, como ataques. Cuando eres muy joven, todo es por eso.

Si eres viejo, también… Y qué decir si ya entramos en hombre, mujer o en nacionalidades.

Es cierto que siempre hay unos rasgos comunes en todo lo mencionado, pero de ahí a establecerlos como algo para atacar o para justificar acciones, ya es caer en lo fácil y en los prejuicios.

Siempre he defendido que lo que te define es lo que haces, no quién eres. Puedes ser muchas cosas con título, pero tus acciones son las que, real y efectivamente, van a establecer cómo se te debe ver e incluso juzgar.

Por eso cuando alguien hace algo, digamos incorrecto, utilizar como excusa eso de que es muy joven, o es muy viejo, o eso es porque es mujer, no es para mí el enfoque adecuado.

Ahora, lo hizo porque es despistado, cruel, manipulador… Ahí sí creo que estamos entrando en una valoración adecuada porque esas son definiciones de personalidades o comportamientos que pueden estar presentes en cualquier persona sin importar edad, género, físico, nacionalidad, etcétera.

Y hablo de todo esto porque, quizá, si lo viéramos así, no estaríamos en un mundo ahora mismo tan polarizado, en el que se juzga a todo y a todos por lo más mínimo, sobre todo basándose en estereotipos, olvidándonos de que cada quién puede ser lo que quiera.

Ahora, lo mal hecho va a ser lo mismo sin importar quién, sino el qué. Si empezamos a ver a las personas bajo ese prisma, considero que la empatía y la solidaridad volverán a ser valores importantes y dejaríamos de juzgar y opinar por todo.
Creo que seríamos mucho más felices.