Tras confesar a su mujer que era homosexual, Yu Hu vivió un calvario de 19 días en un hospital psiquiátrico que pretendía “curarlo” a pesar de que China no considera la homosexualidad como una enfermedad mental desde 2001.
La mujer de Yu aceptó rápidamente el divorcio, pero su propia familia decidió ingresarlo a la fuerza en el hospital, del que pudo salir gracias a la movilización de su compañero sentimental y defensores de los derechos humanos.