Parece que funcionarios del Gobierno empiezan a sentir la presión de la posición. Eso explica que el ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez Martínez, denunciara que sectores opositores financian las protestas de San Francisco de Macorís contra el Gobierno.
El funcionario incurre en la vieja práctica de no identificar a los patrocinadores, pero lanza la acusación contra una oposición que ahora es bicéfala.
De ser cierta esa denuncia, estaríamos retomando prácticas que se entendían superadas, pues sería una osadía que alguien se atreva a entregar dinero a grupos para que materialicen desórdenes, cuando existe un alto nivel de inteligencia y de “infiltrados”.
Ojalá la denuncia no se quede en simple escarceo entre políticos, y de tener indicios sustentables en un tribunal, los responsables sean traducidos a la justicia.
Piedra en el zapato
Francisco Domínguez Brito ha sido la piedra en el zapato entre el establishment del PLD, que quería que su candidato presidencial se definiera mediante el método de encuestas sucesivas.
El precandidato presidencial se opuso argumentando que las encuestas son solo instrumentos de trabajo y de coyuntura.
Reclamó que se le permita a todos ir a un proceso para que cada quien esté en capacidad de movilizar sus votos.
Finalmente, se decidió llevar la decisión a las urnas, con voto automatizado, aunque por asuntos legales le cambiaron el nombre por “Consulta”, en vez de elecciones, ya que la Ley Electoral prohibe hacerlo en esta fecha.
El problema es que hacer esa votación nacional implica que el PLD tendrá que buscar una millonada.
